La cocina china es una de las más ricas y variadas del mundo, además de una de las más extendidas en Occidente, especialmente en los últimos años. Sus platos son manjares que representan recetas milenarias con sabores y texturas muy peculiares en los que se combinan principalmente verduras, arroces, platos fritos, especiados y carnes perfectamente cocinadas al punto.

En concreto, la ciudad de Barcelona cuenta con multitud de restaurantes chinos en los que se combinan perfectamente platos fríos y calientes de este tipo de gastronomía asiática y en los que es posible introducirse dentro de la cultura del país a través del paladar. Estos son algunos de los establecimientos más reconocidos de la capital catalana para degustar comida china:

Out of China

Ubicado en la zona del Eixample, Out of China ha conseguido convertirse en uno de los restaurantes chinos de referencia en la ciudad desde que abriera sus puertas en el año 2002. Este establecimiento es apto para celíacos, a los que ofrece menús sin gluten con ingredientes sumamente cuidados y basados en la tradición culinaria del país.

Además de platos sin gluten, en Out of China se ofrecen también platos de autor, a destacar los raviolis de pato y foie o la sorpresa de queso fundido, así como platos de cocina tradicional con ingredientes autóctonos y frescos. Todo ello es posible en un espacio en el que la decoración juega un papel fundamental para hacer sentir a los comensales verdaderamente en el país de la Gran Muralla.

Yotcha

Situado por el distrito de Les Corts, Yotcha es un restaurante chino de gran prestigio en la ciudad gracias a una cocina elaborada con platos sabrosos y contundentes. Entre su oferta destacan las gyozas de carne o verdura, las tapas asiáticas, los noodles o los tallarines.

Yotcha está especializado en elaborar comida totalmente casera priorizando la cocina de platos calientes sobre los fríos. Además de comida china, también hereda tradición de otros tipos de comida asiática como por ejemplo la cocina coreana y japonesa. Uno de sus principales atractivos es su calidad por un precio muy asequible.

El restaurante Gangnam

El restaurante Gangnam, situado por el barrio del Eixample, destaca por ofrecer al público una propuesta gastronómica excelente de corte asiática, con especial atención en la comida china y japonesa.

De su cocina destacan platos como la sopa de ginseng, la cuajada de huevo y berenjena china al pescador, las gyozas de ternera o el arroz cantonés a la cazuela. Del mismo modo son especialmente sabrosos sus postres y las cervezas de importación asiática, con las que acompañar los platos de una forma única. En el Gangnam los precios de la carta son asequibles al público y se ofrece la opción de reservar con antelación para evitar quedare sin mesa.

Restaurante Shanghai

El restaurante Shanghai es el resultado de una larga tradición gastronómica china impulsada por la familia Kao, especialmente por Kao Tze Chien, al que se le atribuye el papel de fundador después de una extensa formación en China y en Taiwán. Kao llegó a Barcelona en los años 50 como chef del entonces novedoso restaurante Gran Dragón, hasta que en 1976 montó su propio negocio con sus dos hijos, abriendo las puertas de lo que es hoy el Shanghai.

El Shanghai nace con el objetivo de ser un restaurante selecto y delicado en el que ofrecer a los comensales los productos y platos típicos de la cultura china respetando las recetas milenarias del país con toques de vanguardia. Además de la cocina, en el restaurante ofrecen al público una extensa carta de vinos, con denominaciones de origen a nivel nacional e internacional.

Río Azul

Río Azul es un restaurante chino especializado en comida cantonesa que cuenta con más de cuarenta años de experiencia en el sector de la restauración. El objetivo de su servicio es trasladar al público local los mejores sabores y texturas de China. Para ello cuenta con una amplia carta, en la que destacan algunas especialidades como el bogavante freso y el pato Pekín, cuyos sabores no dejarán indiferente a ningún comensal.

La cocina de Río Azul es totalmente casera y tradicional y se desarrolla en un local capaz de sumerger a quien lo visita en la cultura asiática y en sus costumbres. Esto lo consiguen gracias a una decoración con soberbios cuadros en sus paredes, obra de un desconocido pintor chino, y esculturas y detalles bordados de épocas pasadas.