Los grafiteros vuelven a atacar el transporte público en Cataluña. Durante la mañana de hoy varios convoyes han sufrido actos vandálicos tanto en el Metro de Barcelona como en la red de Cercanías de Renfe.
La cuenta corporativa de la línea R12 de Rodalies en Twitter comunicaba a las 6.33 de la mañana que el tren que debía salir de Cervera hacia la estación Lleida-Pirineus no podría hacerlo. La razón: una pintada en la luna frontal del tren. El servicio ha tenido que llevarse a cabo por carretera.
Gasto de más de 6 millones
Los ataques de aficionados al grafiti son constantes en los servicios de Renfe. De hecho, durante el año pasado la compañía ferroviaria pública invirtió 6,7 millones de euros en limpiar cerca de 6.000 pintadas en los trenes de Rodalies de Catalunya, que ocupaban más de 85.000 metros cuadrados, según las informaciones de la empresa.
Es el acto vandálico que mayor presupuesto acapara en la red de cercanías catalanas para subsanarlo, por encima de rupturas de cristales, mobiliario roto, uso indebido de la alarma o golpes con piedras. En 2017 el coste total de los ataques a trenes supuso 10,7 millones de euros.
Vuelven los asaltos al Metro
La línea L9 Sur del Metro de Barcelona también ha sufrido un ataque durante la madrugada del martes al miércoles. Según Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), cinco personas han entrado en el suburbano por una salida de emergencia de esta línea, cerca de donde se encuentra la estación de Cèntric. Una vez dentro, han desbloqueado la puerta de acceso a las vías y han caminado por los túneles hasta la estación de Les Moreres, donde se encontraba estacionado un convoy.
Mientras pintaban el tren, el grupo de grafiteros ha sido sorprendido por los agentes de seguridad de TMB, que han conseguido retener a uno de ellos. Han avisado a los Mossos d'Esquadra, quienes han identificado al atacante y le han dejado en libertad.
Segundo ataque en cuatro días
Esta es la segunda vez en cuatro jornadas que los aficionados a pintar el transporte urbano han atacado el metro de Barcelona. El pasado domingo un grupo de jóvenes quisieron hacer sus grafitis en un convoy con pasajeros y acabaron agrediendo a algunos de ellos cuando les recriminaron su actitud. Una mujer embarazada fue, incluso, rociada en la cara con uno de los espráis y otros fueron golpeados, aunque ninguno de ellos sufrió heridas de consideración.
Grafiteros atacando el Metro de Barcelona en una acción vandálica anterior / CG
Los sindicatos de trabajadores de TMB ya han denunciado en varias ocasiones la inseguridad que viven de forma continuada en las instalaciones del suburbano y han llegado incluso a hacer paradas para visibilizar su queja ante el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, que lidera Ada Colau.