Los Mossos d'Esquadra han dado por desmantelada la organización criminal que controlaba los narcopisos del Raval de Barcelona. La banda, de origen dominicano, fue desarticulada la semana pasada en una macrooperación que de momento se ha saldado con 58 detenidos. Según la policía catalana, la organización contaba con un "núcleo muy duro y jerárquico", y utilizaban la violencia como "recurso permanente" tanto para disciplina interna como para control externo del territorio. Debido a esta violencia, los Mossos d'Esquadra investigan si la banda está vinculada a una ola de asesinatos entre 2016 y 2017.
"Nunca ha habido una organización tan grande de narcopisos" en Cataluña, ha afirmado en rueda de prensa este martes el jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos, Antoni Rodríguez. El inspector ha explicado que la banda funcionaba rotando la venta de droga en los distintos pisos y en pequeñas cantidades, para así evitar su detección y las penas grandes en caso de ser detenidos. Además, ha relatado que tenían planeado expandirse a otros distritos de la ciudad.
"El fenómeno no está acabado"
Aunque los Mosssos han dado por desmantelada a esta banda, Rodríguez ha reconocido que "el fenómeno (de los narcopisos) no está acabado". De hecho, pese a haber clausurado 25 narcopisos y dos narcosalas en el distrito de Ciutat Vella, todavía quedan al menos entre diez y 15 narcopisos en Barcelona, pertenencientes a otras bandas.
El intendente de la policía catalana ha afirmado que los narcopisos son un fenómeno pequeño vinculado a una organización criminal mayor, en este caso de origen de la República Dominicana, y ha dicho que hay 17 personas en búsqueda policial. Asimismo, que con el golpe policial de la semana pasada y el encarcelamiento de los principales líderes de la organización han dificultado el funcionamiento de este entramado.
Delincuentes con experiencia
En concreto, los Mossos han explicado que cuatro de los detenidos forman parte de la cúpula de la organización, de entre 20 y 45 años. Además, han relatado que las personas que controlaban los pisos tenían a colaboradores de distintas nacionalidades, "a menudo consumidores oportunistas", que detectaban la presencia policial en la calle y se encargaban de abastecer los pisos, llamados punteros o vigías. También han detallado que los se encargaban de vender la droga y abastecer los narcopisos utlizaban patinetes para desplazarse por la ciudad.
El 85% de los detenidos tienen antecedentes por tráfico de drogas o actuaciones con violencia, y Rodríguez ha señalado que se trata de delincuentes con experiencia, organizados, pero que más allá del núcleo se trata de un grupo difuso, como una "nebulosa criminal".
Desconocen cómo ocupaban los pisos
En total se han realizado 40 entradas, entre 25 narcopisos, 13 domicilios y dos locales que funcionaban como zona de consumo. Sin embargo, solo se han podido precintar tres narcopisos porque el resto estaba ocupados de forma legal.
La policía catalana todavía no ha averiguado cómo los narcotraficantes sabían que un piso estaba desocupado, pero saben que realizaban ocupaciones por la fuerza en una zona de Barcelona gentrificada, con pisos vacíos en los que "seguramente hay una responsabilidad de cariz especulativo", ha explicado Rodríguez.
Aumento de la violencia
El intendente ha asegurado que los Mossos estarán ahora "muy atentos" a una "posible migración" de este fenómeno a otros distritos de Barcelona, tras conocerse que algunos de los principales integrantes de la red llegaron a la ciudad hace pocos meses procedentes de Madrid.
La operación de la semana pasada tiene una gran importancia para los investigadores porque puede arrojar pistas para otras causas abiertas, como la ola de crímenes entre bandas que se inició a finales de 2015. Los Mossos constataron un aumento de la violencia entre estas bandas relacionadas con las drogas, que tuvo su cúspide a finales de 2016, con 13 homicidios --seis consumados y siete en tentativa--. Esos hechos abrieron hasta 46 investigaciones que han llevado al actual desmantelamiento de narcopisos, donde los Mossos han compartido información con el Centro de inteligencia contra el terrorismo (Citco).