La Guardia Civil ya no sabe cómo alertar a los ciudadanos de los peligros de esparcir productos peligrosos en las calles. A través de sus perfiles sociales han vuelto a insistir en que aún existen gran cantidad de ejemplos en los que los vecinos utilizan sustancias tóxicas para alejar a los animales de los accesos de los edificios a pesar de que vaya en contra de la ley.
El cuerpo de seguridad es consciente de que es una información que repite y difunde constantemente. "Somos cansinos", ha tuiteado, pero argumenta que aun siéndolo "hay personas que no se enteran" y este producto sigue estando presente en las calles y esquinas de las ciudades. Por ello, animan a la ciudadanía a denunciar su uso ante la administración local: si aparece azufre en tu calle, "denúncialo a tu ayuntamiento".
Mito contra el orín
El azufre ha sido utilizado de forma repetida durante años como repelente para evitar que los perros orinen en ciertos lugares como esquinas, rincones y puertas de edificios, así como papeleras o pies de farolas. Sin embargo se trata de una leyenda urbana que no tiene base científica, sino que su sustento es la creencia popular.
Y no sólo la Guardia Civil se dedica cada año a repetirlo a la sociedad, también el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) intenta difundir este mensaje entre sus seguidores en redes sociales y destaca el componente tóxico del azufre.
Componente tóxico
El azufre es una sustancia peligrosa que puede afectar a la salud cuando a través de su ingesta, su inhalación o simplemente en contacto con la piel o los ojos. Los efectos de la exposición ante esta sustiancia pueden ser la creación de úlceras cutáneas, conjuntivitis, inflamación de la mucosa de la nariz, problemas en la respiración, asma y traqueobronquitis.
El producto es altamente inflamable y puede dar lugar a mezclas explosivas en contacto con el aire o con materiales oxidables.