Estrambótico atraco a punta de pistola en una joyería de Barcelona. Dos ladrones han entrado hoy al establecimiento, situado en la confluencia de las calles Consell de Cent y Passeig de Gràcia, y han vaciado la caja fuerte amenazando a los dueños. Han conseguido acceder al negocio fingiendo ser discapacitados, ya que uno de ellos iba en una silla de ruedas que los cacos han abandonado tras el robo.
Los presuntos delincuentes han entrado al comercio presionando el timbre de entrada. Uno de ellos iba sentado en una silla para minusválidos, mientras que el otro fingía ser la persona que empujaba el accesorio. Cuando han conseguido penetrar en la tienda, han amenazado a los propietarios con una pistola y les han obligado a vaciar la caja fuerte. Después, los han atado con bridas antes de huir corriendo, dejando la silla de ruedas usada para el delito en el interior de la joyería.
Discretos
Los Mossos d'Esquadra han confirmado que el asalto, que se ha producido sobre las 10:45 horas de la mañana, se ha perpetrado con suma discreción pese a que la zona es extremadamente concurrida, ya que el Passeig de Gràcia es la milla de oro de Barcelona y su principal arteria comercial. Los dos individuos se han aproximado al establecimiento y han presionado el botón de acceso. Los empleados, confiados al ver que uno de ellos estaba sentado en un accesorio para personas con movilidad reducida, les han abierto la puerta.
Tras ello, los dos presuntos cacos habrían sacado una pistola y habrían apuntado a los empleados del comercio. Después, les han conminado a abrir la caja fuerte para hacerse con el botín. A continuación han emprendido la huída. No se han producido heridos durante toda la secuencia del acto criminal. La policía autonómica ha confirmado que las cámaras de seguridad de la tienda han captado toda la escena, por lo que ayudará a la investigación que han abierto tras el suceso. Con estas imágenes, los agentes tratarán de identificar y localizar a los ladrones.
Foco de robos de lujo
Pese a lo estrambótico del asalto criminal, lo cierto es que la zona de Passeig de Gràcia ya ha vivido otros episodios similares en el pasado. En julio de este año, un hombre fue arrestado en la joyería Bulgari del bulevar barcelonés tras intentar llevarse un anillo valorado en siete millones de euros. Lo hizo sin violencia alguna, pretendiendo que estaba interesado en el artículo. Cuando el personal de la enseña le enseñó la pieza, el caco se lo metió en el bolsillo de forma discreta. No obstante, los dependientes se cercioraron de la maniobra y llamaron a los Mossos.
Un año antes, agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) interceptaron en el acto a cinco miembros de una banda criminal llamada Pink Panther que pretendían robar una joyería situada en el número 46 del central paseo. Pese a que los ladrones utilizaron pistolas para intentar huir sin ser arrestados, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional consiguió cazarlos y reducirlos. Procedían de Europa del Este, y los agentes llevaban realizando un seguimiento del grupo desde hacía meses.