La Agencia Catalana de Turismo quiere promocionar Cataluña como un destino premium, con todo tipo de propuestas de lujo pensadas para emocionar a las personas que la visitan buscando experiencias auténticas, exclusivas y personalizadas. Porque pese a tratarse de un territorio pequeño, Cataluña es extraordinariamente diversa. Heredera de una historia milenaria, pero también de las vanguardias del arte y la gastronomía. En la región conviven los vestigios romanos y medievales con la arquitectura insólita firmada por los grandes maestros (desde Antoni Gaudí hasta Norman Foster) y los comercios centenarios y los talleres de artesanía comparten barrio con las boutiques de últimas tendencias y los hoteles de lujo.
Cataluña es una tierra rica en vinos y en productos frescos procedentes del mar, de la huerta y de la montaña. Gracias a ello y a una tradición culinaria consagrada y reconocida, la gastronomía catalana se ha situado entre las más valoradas del mundo. Son numerosos los chefs que poseen estrellas Michelin, cuyos restaurantes se reparten a lo largo y ancho del territorio.
Estrellas Michelin 2018
En la nueva edición de la guía, 54 restaurantes catalanes acumulan un total de 68 estrellas. Este año se han incorporado a la prestigiosa selección los restaurantes Caelis y Enigma de Barcelona y el Castell de Perelada en la provincia de Girona, mientras que Disfrutar y Dos Cielos, ambos de la Ciudad Condal, han incorporado la segunda estrella. ABaC, también en la capital catalana, ha obtenido su tercera estrella. Actualmente son cuatro los restaurantes de Cataluña con tres estrellas Michelin: además de ABaC, completan la lista El Celler de Can Roca (Girona), Lasarte (Barcelona) y Sant Pau (Sant Pol de Mar).
Pero además de la alta cocina, los catalanes han sabido conservar sus recetas más tradicionales, aquellas que nos transportan a los orígenes de esta fascinante cultura mediterránea.
Barcelona, punto de encuentro
La ciudad de Barcelona es la puerta de entrada a todo el universo de sensaciones que ofrece el territorio. Desde ella se llega fácilmente --y sin necesidad de pasar largas horas de viaje-- a las montañas de los Pirineos, a las aldeas medievales de Lleida o a las numerosas playas del litoral, extensas en la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre y encajadas entre acantilados en la Costa Brava.
El complemento ideal lo ofrece un clima que permite disfrutar de la nieve en invierno y del sol y el mar durante muchos meses al año, especialmente en verano. Además, el visitante tiene a su disposición un cuidado legado reconocido como Patrimonio de la Humanidad: la arquitectura modernista, la Tarraco romana, el monasterio de Poblet y las iglesias románicas de la Vall de Boí, sin olvidar los Patrimonios Inmateriales de la Patum, los castellers y las fallas pirenaicas.
Visitar la Tarraco romana, una de las experiencias de lujo de la Cataluña más 'premium' / LMBUGA - WIKIMEDIA COMMONS
Una propuesta para cada visitante
Cataluña cuenta con una amplia oferta de instalaciones, hoteles y restaurantes de primer nivel. Pero además dispone de expertos dispuestos a cuidar hasta el mínimo detalle para que el visitante pueda vivir experiencias exquisitas difíciles de olvidar. Cataluña siempre tiene una propuesta selecta que ofrecer, adecuada para cada persona, sea cual sea su edad, estilo de vida o procedencia.
Sin ir más lejos, Cruesa se ha convertido este año en la primera empresa que opera rutas chárter desde el puerto de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) a las islas baleares y los puertos de Castellón y las islas Columbretes. Una actividad que tiene como objetivo impulsar el turismo náutico y generar actividad económica en el municipio y en el territorio. Inicialmente utiliza un catamarán de trece metros de eslora (máximo de doce personas), un velero y un yate de motor, ambos de diez metros de eslora (máximo de seis personas), aunque la empresa tiene capacidad para operar diecisiete embarcaciones de alquiler.