Reducir la pesca para recuperar especies nativas como, por ejemplo, la merluza podrían ser insuficientes si la temperatura del mar y las especies invasoras continúan creciendo. Son las conclusiones del estudio del Institut de Ciències del Mar (ICM) del CSIC en Barcelona, que ha planteado la respuesta del Mediterráneo oriental ante los posibles escenarios de cambio global.
El informe, que ha sido publicado en Scientific Reports, ha simulado los efectos de la reducción de la pesca en 11 posibles marcos futuros a través de un modelo ecológico calibrado en el mar Mediterráneo. Además, han calculado la respuesta ante tres escenarios: la subida de la temperatura, los cambios en la presión pesquera y el aumento de las especies invasoras.
Ecosistema estresado
El estudio "explora los límites de la sostenibilidad, de cómo los esfuerzos actuales pueden ser insuficientes para mitigar los efectos del cambio climático y las especies invasoras en un futuro", ha apuntado el líder del informe, el investigador del ICM-CSIC, Xavier Corrales.
Si un ecosistema está estresado --por la pesca, la presencia de especies invasoras y la subida de la temperatura-- "puede ser más vulnerable y menos resiliente", ha matizado.
Aumento de temperatura
Marta Coll, coautora y también del ICM-CSIC, ha manifestado que, "dado que los efectos del cambio climático son los más difíciles de gestionar, es preciso usar herramientas a nivel local, como reducir la pesca, y a nivel regional, como por ejemplo prevenir y controlar a las especies invasoras".
Cada vez que crece la temperatura, algunas especies nativas desaparecen, mientras que las especies invasoras aumentan. Por lo tanto, el estudio afirma que los beneficios de reducir la pesca "pueden ser eclipsados por los aumentos de temperatura previstos según las hipótesis intermedias o altas del cambio climático".
Cambios en el Mediterráneo
El modelo se ha basado en el Mediterráneo oriental porque es la área de este mar donde más evidentes son los impactos: "Hay muchas especies procedentes del mar Rojo que han llegado a través del Canal de Suez, hay un alto impacto de la pesca, las condiciones ambientales son extremas y hay un mayor aumento de la temperatura que en el Mediterráneo occidental", ha manifestado Corrales.
"Algunos científicos creen que esta zona puede convertirse en una extensión del mar Rojo. Con el continuo aumento de la temperatura, las condiciones del Mediterráneo oriental pueden ayudarnos a predecir lo que ocurrirá en el Mediterráneo occidental, porque los impactos se van extendiendo hacia el norte y el oeste", ha concluido.