La dirección general del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) da aire a los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) trasladados a Cataluña como refuerzo para la Diada y el aniversario del 1-O. Después de las condiciones de “hacinamiento” que han denunciado los antidisturbios en las últimas horas, la alta gerencia del cuerpo ha decidido redistribuir los espacios para ofrecer a los agentes habitaciones de tres personas como máximo.
Los agentes fueron instalados en un primer momento en el cuartel del Bruc, situado en una de las entradas a la ciudad de Barcelona por el suroeste. Las “deplorables, ruinosas y tercermundistas" condiciones de las instalaciones (junto con la queja por Twitter del sindicato UFP) forzó a que se les ofreciera la posibilidad de ser trasladados a hoteles repartidos por la Ciudad Condal. Una oferta que los agentes prefirieron rechazar.
40 camas por habitación
Los agentes antidisturbios denunciaron encontrarse “hacinados” en pabellones con hasta 40 camas, baños escasos de uso común y literas esparcidas por los pasillos para poder acoger a todos. Unas condiciones laborales que el sindicato tachaba como “indignas”.
La queja de los policías estalló durante la tarde del jueves a través de las redes sociales y, pocas horas después, el director general de Policía Nacional, Francisco Pardo, llamó para interesarse por estas “condiciones” que señalaban los agentes. En dicha conversación aseguró que la situación "se iba a arreglar en breve".
Guardia Civil también tiene quejas
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) también ha hecho públicas algunas quejas con respecto al traslado de agentes a Cataluña, ya que el Instituto Armado aporta cerca de la mitad de los efectivos. Ha reprochado a Interior que "repita el error" de su antecesor en el cargo al retener en Cataluña a agentes a los que se les había autorizado el traslado sin mediar compensación ni ofrecer margen para planificar su situación familiar. Fuentes de Interior han señalado que no está en estudio ninguna compensación para estos guardias civiles.
Tanto policías como guardias civiles han recordado estos días que no van a permitir que se repita las condiciones en las que pernoctaron durante la operación Copérnico hace un año, cuando el entonces ministro Juan Ignacio Zoido utilizó barcos para alojar a los 6.000 agentes movilizados para impedir el referéndum independentista del 1-O.