Barcelona prohibirá las ‘bicis’ por las aceras a partir de 2019

Barcelona pone coto a la circulación de bicicletas por las aceras de la ciudad a partir del 1 de enero de 2019. Así lo ha anunciado este viernes la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz. En esa fecha decaerá la moratoria vigente, una de las medidas que se había aplicado para promover el uso de este vehículo que no contamina por los recorridos internos de la ciudad.

El Gobierno de Colau da el paso tras las inversiones ejecutadas en este ejercicio para consolidar una red de carril bici de 200 kilómetros. En el inicio del mandato, los caminos habilitados para los ciclistas llegaban a los 116 kilómetros.

Los ciclistas, por la calzada

A partir de enero, los que usan este tipo de transporte deberán tener claro que sólo pueden subir a una acera si es de más de cinco metros de ancho y tres de ellos estén libres. Es decir, que no hay ninguna terraza o cualquier otro elemento que limite el espacio del que disponen los viandantes.

Si no se cumplen estas condiciones, cosa que ocurrirá en la mayoría de los casos, los ciclistas deberán bajar a la calzada. O, en el caso de que el camino esté habilitado, por un carril bici. Sólo se libran de esta norma los ciclistas menores de 12 años y los adultos que les acompañen. 

Mismo trato que el vehículo

Cabe tener en cuenta que las normas de circulación en bicicleta por Barcelona marcan que se debe evitar el carril reservado para taxis i autobuses. Se considera que, como un vehículo más de la ciudad, los ciclistas podrán usar cualquier de los otros carriles. Los conductores de coches y motos los deberán avanzar con el debido respeto a las distancias de seguridad para evitar accidentes.

Los que circulen por las aceras en bici a partir de 2019 se enfrentan a una multa de la Guardia Urbana. Puede ir de los 100 a los 500 euros.