Arran roba cinco bicicletas de alquiler turístico en Barcelona y las sortea

Las bicicletas de alquiler turístico se han convertido en el nuevo objetivo de Arran en Barcelona. La organización juvenil vinculada a la CUP ha robado la noche del miércoles cinco bicicletas de empresas que las arrendan a los visitantes para después sortearlas a través de Twitter. Se trata de una “expropiación”, en sus propias palabras, y con ello quieren protestar por la ocupación de espacio público por parte de empresas privadas.

No es la primera acción contra esta actividad turística que se lleva a cabo en la capital catalana. El día 20 de julio, un centenar de bicicletas de varias compañías fueron inmovilizadas por un grupo de vecinos que quería protestar en este mismo sentido. Todas ellas se encadenaron y se dejaron inutilizables. Ese mismo día, la CUP reivindicó la acción en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona y entregó a la alcaldesa, Ada Colau, las llaves de los candados con los que las habían atado.

En el anuncio de este jueves de Arran, adjuntaban un vídeo en el que se ve cómo han quitado el candado de las cinco bicicletas durante la noche. En concreto, se refieren a una de las empresas con más presencia en la capital catalana que se dedica a esta actividad turística. Se trata de Donkey Republic, que ya denunciaron acciones diarias contra sus vehículos. 

Más acciones

Con estas acciones, desde Arran aseguran que quieren visibilizar una “problemática cotidiana” que atribuyen al modelo turístico y lo que consideran una falta de regulación en el sector. A través de un nuevo perfil de Twitter en el que de momento solo tienen un mensaje, han anunciado que sortearán las cinco bicicletas entre los seguidores que lo retuiteen.

La organización ha anunciado nuevas acciones en Cataluña en las próximas semanas. En su campaña de “capitalismofobia”, ya han llevado a cabo varios actos vandálicos, que se añaden a las acciones del año pasado en protesta por la masificación turística.

A principios de julio, dos miembros de Arran asaltaron un bus turístico de Barcelona, en el que exhibieron una pancarta y tiraron dos botes de humo. Antes de eso, en junio, se encadenaron a la escultura del dragón del Park Güell, con el que daban inicio a la campaña.