Los turistas que visitan Barcelona se han encontrado, sin comerlo ni beberlo, con una ciudad intransitable debido a la huelga que los taxistas mantienen desde hace varias jornadas (y se prolongará, al menos, hasta el miércoles) en contra de las licencias VTC.
Las protestas continuadas durante días han propiciado que varias patronales y representantes de diferentes sectores económicos, sobre todo los relacionados más directamente con el turismo, hayan alzado la voz y alertado del fuerte impacto que ha tenido la huelga ilegal de taxis sobre la economía catalana, en particular, y en la actividad económica del país en general.
Colapso e inseguridad
En Barcelona, las protestas de taxis han afectado de forma crucial al tráfico en el asfalto al congestionar las vías principales, lo que afecta tanto a usuarios particulares como al transporte público --ejemplo de ello fue el cambio de paradas que tuvo que forzar el Aerobús durante la jornada de ayer--, y también en la sensación de inseguridad y de revuelo que se desprende de las actuaciones poco cívicas de los taxistas.
La patronal multisectorial catalana Cecot considera que la actuación del sector del taxi ha sido “desproporcionada” y ha alertado de que la economía vive, como consecuencia de estos paros no comunicados --y por ende, no autorizados como huelga-- un alto impacto negativo a nivel colectivo y social. La patronal destaca que este impacto se refleja con especial dureza en el ámbito turístico y, a su vez, en la imagen y prestigio que el país ofrece hacia el exterior.
Impacto en el consumo inmediato
El director del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, opina de la misma forma que la patronal y ha asegurado a este medio que el problema con los taxistas está afectando al “consumo inmediato” y a la “imagen de la ciudad”. “Podemos entender todas las reivindicaciones”, asegura, pero descarta que la solución pase porque se suspenda la actividad comercial de la capital catalana. “La ciudad no puede continuar paralizada más tiempo y menos en temporada alta”, añade, “sobre todo después de un 2017 tan complicado y un inicio de temporada 2018 más flojo de lo habitual”.
La Unión de Entidades de Retail de Cataluña RetailCat respalda las declaraciones de Pallarols ofreciendo un dato: asegura que en las zonas afectadas por el bloqueo del sector taxista se ha reducido en un 25% el tráfico de personas en los comercios con respecto al recibido durante una jornada normal.
Medidas urgentes
Las tres entidades han alzado la voz ante las autoridades para reclamar “medidas urgentes”, evitar más afectaciones y “volver a la normalidad”. “La gente quiere pasear y comprar con tranquilidad”, ha declarado Salva Vendrell, vicepresidente de RetailCat, quien también ha destacado que los efectos negativos alcanzan igualmente a visitantes, comerciantes y trabajadores. Según sus estimaciones, un tercio del personal ha tenido dificultades para llegar a su puesto de trabajo y destaca que la sensación de inseguridad y de tensión se ha trasladado también a los comercios.
Entidades, comerciantes, vecinos, turistas. Todos piden una solución ante el paro indefinido de taxis en las principales ciudades de España. Desde las instituciones públicas llegan gran cantidad de comunicaciones a favor del diálogo y la concordia, pero sin embargo, no se ofrecen demasiadas soluciones. La pelota va botando de tejado en tejado. Ayuntamientos, gobiernos regionales, Gobierno central; todos tienen algún tipo de competencias sobre este asunto, pero parece que ninguno da el paso definitivo para encontrar la solución.