Tanto la ansiedad como la depresión son dos trastornos psíquicos muy complejos que tienen que ver con las emociones e implican también problemas a nivel cognitivo y conductual. Aunque se trata de dos trastornos distintos, presentan ciertas similitudes que confunden al intentar distinguirlos.
Existen diferentes trastornos de ansiedad y depresión que presentan unas características propias que los definen y distinguen unos de otros. Por ejemplo, en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) existen rumiaciones y rituales específicos; en el trastorno por estrés postraumático se vuelve a revivir el suceso que generó el trauma y en el trastorno de pánico es característico el miedo al miedo.
En cuanto a variantes de la depresión, encontramos la distimia, un trastorno afectivo considerado como una variante leve de la depresión. Cuando nos preguntamos qué es la depresión y cómo tratarla nos damos cuenta que los síntomas más comunes son la melancolía y la tristeza, además de baja autoconfianza y la incapacidad de tomar decisiones junto con un cansancio prolongado y una baja actividad. Como consecuencia de esto, los patrones del sueño y la alimentación se ven completamente alterados.
Ambos trastornos están muy unidos por lo que en determinadas personas es posible encontrar depresión con rasgos mencionados para la ansiedad y viceversa. En ambos casos se trata de una respuesta exagerada ante una situación estresante que aparece en los 3 meses siguientes al acontecimiento detonante. Estas reacciones se manifiestan con síntomas de ansiedad, de depresión, de una combinación de ambas o de otras emociones como ira, preocupación o violencia.
Diferencias y similitudes
La ansiedad es un sistema de alerta que se activa ante un peligro futuro que la persona presupone que le ocurrirá. Provoca una respuesta intensa del organismo que activa conductas de escapismo, evitación o lucha ante las amenazas. A nivel psicológico causa en la persona distracciones, hipervigilancia, irritabilidad e inseguridad, entre otras. En estos trastornos no hay variación a lo largo del día ni en las diferentes estaciones del año. Por otro lado, la ansiedad no implica pérdida de la capacidad de disfrute y obtención de placer, como sí sucede en un periodo de depresión.
En torno al 70% de los de los casos de depresión cursan con ansiedad de diferentes grados y tipos, y un porcentaje aún mayor sufren trastornos de ansiedad con sintomatología depresiva. ¿Por qué esto es así?
Características comunes
- En ocasiones, las situaciones implican amenaza y pérdida a la vez, por lo que llevan a la activación de los dos sistemas.
- Algunos síntomas aparecen por igual en ambos trastornos, por ejemplo: dificultad para concentrarse, insomnio o náuseas.
- En muchos casos funcionan los mismos psicofármacos para ambos, por lo que es de suponer que participan los mismos sistemas de neurotransmisión.
- Suele haber precursores comunes. En ambos trastornos es normal encontrar falta de habilidades para la resolución de problemas, situaciones estresantes o un estrés continuado, pensamiento desadaptativo y rígido. No obstante, aunque en forma sean iguales, su contenido normalmente permite su diferenciación.
- Se cree que puede existir una relación genética entre algunos trastornos de ansiedad y la depresión, como es el caso del trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de pánico.
Tratamiento de la ansiedad
Si no se tratan, los trastornos de ansiedad pueden tener consecuencias bastante graves. Por ejemplo, hay personas que tienen ataques de pánico recurrentes que evitan a toda costa ciertas situaciones por temor a sufrir un ataque, lo que les provoca problemas con el trabajo, obligaciones familiares u otras actividades básicas del día a día.
Muchas personas que tienen trastornos de ansiedad y no los tratan son propensas a sufrir otros trastornos psicológicos como la depresión, y tienen una mayor tendencia al abuso de alcohol y otras drogas. Sus relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden volverse muy distantes y su desempeño laboral puede decaer.
Si te encuentras en esa situación, ponte en manos de psicólogos especialistas de la ansiedad y toma las riendas de tu vida.
Los tratamientos deben ser individualizados porque cada persona es distinta y tiene distintas necesidades. Por ello, el paciente participa en sesiones de psicoterapia individual haciendo un tratamiento personalizado que se adecue a sus necesidades. Este es un punto clave para alcanzar el éxito. Se hace una evaluación exhaustiva del problema en las primeras sesiones, teniendo en cuentan desde cuándo se padece ansiedad, cuáles son sus causas y efectos y cómo afecta a la persona y su entorno. Esta valoración inicial permite al especialista seleccionar las estrategias necesarias para abordar y solucionar el problema lo más efectivo y rápido posible.
Al inicio del tratamiento para superar y vencer la ansiedad, el profesional suele enseñar al paciente unas estrategias efectivas y útiles para que la persona pueda manejar los estados emocionales negativos. De esta manera, la persona aumenta el control sobre los pensamientos, sensaciones y emociones que generan la angustia.
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