En Bangladesh, Taiwán y Egipto puedes ir a la cárcel por copiar
Los estudiantes chinos se enfrentan a estrictos controles de seguridad en el ‘gaokao’, el examen de selectividad más duro del mundo
9 junio, 2018 00:00En España, el alumno que sea sospechoso de copiar puede ser expulsado del examen, del centro o verse obligado a presentarse a la siguiente convocatoria de la selectividad, pero en otros países esta falta puede incluso llevar al estudiante a la cárcel.
Bangladesh, China, Taiwán y Egipto son algunos ejemplos de estados en los que hacer trampas en las pruebas académicas está tipificado como delito y aquellos que sean “pillados” se enfrentan tanto a sanciones económicas como a años de reclusión y antecedentes de por vida.
Penas de hasta 10 años de cárcel
La república bangladesí es una de los países pioneros en tipificar como delito las trampas en los exámenes. Aquellas personas mayores de 15 años que sean sorprendidos copiando, modificando notas o filtrando preguntas de exámenes se enfrentan a entre cinco y 10 años de cárcel. Esta sanción, además, también puede ser aplicada a la persona que ayuda a la infracción.
En Egipto, esta falta se castiga con entre dos y siete años de cárcel, el mismo máximo temporal que se aplica en Taiwán y en China. En el país africano, se tipifica como delito imprimir, publicar, retransmitir o difundir las preguntas o respuestas de exámenes y, además del presidio, los infractores deben pagar una multa que puede llegar a alcanzar los 45.000 euros.
El examen más duro del mundo
El gaokao es el examen al que se enfrentan 9,75 millones de estudiantes chinos este año, la cifra más alta de los últimos ocho años. Superarlo es requisito previo para entrar en casi todas las instituciones de educación superior y las aptitudes que se demuestren condicionarán la calidad de la enseñanza posterior. Es una especie de selectividad.
La prueba dura dos días, sus contenidos se consideran “secreto de estado” (de ahí la pena de cárcel a quien trafique con ellos) y se realiza entre estrictas medidas de seguridad: incluso la policía y el ejército se movilizan para que el examen se desarrolle con la mayor honestidad posible.
Ambiente de máxima concentración
Para potenciar la concentración de los jóvenes y evitar distracciones, se hacen cambios de rutas de autobuses, cortes de calles e incluso se prohíbe utilizar el claxon en las inmediaciones del examen.
Estas medidas podrían parecer estrictas pero no son baladíes: para muchos ciudadanos de la República Popular, aprobar y entrar en la universidad supone salir de la pobreza y de una vida en el campo.