La tribu Mosuo está compuesta por 35.000 personas, que conviven en paz y armonía alrededor del lago Lugu, en un rincón del suroeste de China. Todos ellos practican el budismo, creen en los espíritus, mantienen un respeto inalterable hacia la naturaleza y los chamanes son un pilar fundamental dentro de la comunidad. Los Mosuo son también el último vestigio del matriarcado en el mundo.
En este pueblo, las mujeres son las que cuidan y protegen a la familia, la figura más importante dentro del clan. Son además las propietarias de todas las tierras, que también administran. Cuidan del hogar, heredan los bienes y participan en todas las decisiones, cuya última palabra recae sobre la más veterana: la abuela. En este mundo progresista y feminista, ellas son consideradas superiores al hombre, quien actúa como una mera pareja sexual dentro de lo que conciben como un “matrimonio ambulante”.
Mujeres Mosuo / ETHEL KARSKENS
Y es que en Mosuo no existe ese tipo de unión tan extendida en la cultura occidental. La gente puede tener todas las relaciones que quiera, son completamente libres. Eso sí, deben seguir un ritual que ya cuenta con varios siglos de tradición. Este consiste en colgar un sombrero del pomo de la puerta donde duerme la mujer. De esta forma, el resto de hombres saben que tienen prohibida la entrada a dicha habitación. Pero, ¿qué ocurre si la mujer se queda embaraza?
Un concepto muy distinto de crianza
Según relata la exitosa abogada corporativa Choo Waihong, que decidió ir de retiro a esta pintoresca comunidad, los hijos sólo “pertenecen” a sus madres. Los padres viven en casa de su madre o sus hermanas. Todas las mujeres Mosuo son madres solteras, algo a lo que hacen frente con valentía y decisión. Para ellas, no tener hijos no es una opción. Recurriendo, en algunas ocasiones, a la adopción.
Miembro de la tribu Mosuo / ETHEL KARSKENS
Mientras, los hombres se dedican de lleno a la ganadería y la pesca. No obstante, la decisión de qué hacer con lo recaudado corresponde únicamente a la matriarca. Un varón es también el que toma las decisiones políticas, ya que las mujeres no pueden acceder a esa autoridad. Sin embargo, son ellas quienes escogen al candidato y toman toda la responsabilidad.