A las 16.15 del pasado 19 de abril, cinco horas después de que Ali Akbar fuera detenido por la Guardia Urbana de Barcelona como líder de un clan de narcotraficantes que operaba en la Vila Olímpica, éste trató de suicidarse en la celda número 1 de la comisaría central.
El detenido logró hacer una soga con jirones de su propia camisa, la anudó a su cuello y a los barrotes de la celda y trató de quitarse la vida.
Actitud sospechosa
Los agentes de custodia en los calabozos observaron una actitud sospechosa en ese detenido segundos antes del intento de suicidio. Akbar trató de impedir que las cámaras de seguridad captasen esa imagen por lo que se tapó con una manta para realizar la maniobra con la que pretendía quitarse la vida.
Ante esa extraña situación, los agente entraron en la celda y, casi in extremis, lograron impedir que el detenido se quitara la vida. Inmediatamente le retiraron la soga del cuello y avisaron a los servicios médicos, que trasladaron a Ali Akbar en ambulancia al Hospital del Mar, donde se recuperó de las lesiones.
Akbar y sus dos lugartenientes han ingresado en la cárcel de Brians de Sant Esteve de Sesrovires por orden del juez de Instrucción número 7 de Barcelona.