Comienzan los trabajos preliminares de exhumación en el Valle de los Caídos

Este lunes empiezan los trabajos preliminares para proceder a la primera exhumación en el Valle de los Caídos sin que todavía se haya avanzado en el otro acuerdo entre el PP y el Senado: propiciar el primer encuentro entre el prior Administrador de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, y los familiares de víctimas de la Guerra Civil depositadas en Cuelgamuros.

Esther Muñoz, senadora del PP y encargada de mediar entre el prior y las familias, ha reconocido que todavía no ha habido un encuentro formal entre ambas partes, pero ha explicado que la situación se ha desbloqueado. La exhumación tendrá lugar dos años después de que el juez José Manuel Delgado Seoane admitiera la petición de Purificación Lapeña respecto a su abuelo y su tío abuelo Manuel y Antonio Ramiro Lapeña. Una sentencia judicial que no se ejecutaba debido al recurso presentado por Cantera en la Audiencia Nacional.

Análisis de la cripta

Los trabajos se iniciarán a las 9.30 de la mañana, donde se analizará la situación del osario de la cripta del sepulcro. Seguidamente, se emitirá un informe técnico para comprobar la situación de la ubicación y cómo acceder a la zona donde se presupone que están los restos de las cuatro personas que se buscan. Muñoz ha destacado el trabajo que se ha realizado para agilizar el proceso: "En menos de un mes se ha desbloqueado el tema, el prior ha cumplido con lo que se comprometió y todo ha ido en la buena dirección y sigue en pie la reunión".

Aun así, el abogado de la familia Lapeña, Eduardo Ranz, ha asegurado que de momento el prior no ha mostrado ninguna voluntad de verse con las familias, aunque sí considera que será un día histórico porque será la "primera vez" que se entrará en el recinto con "la sociedad española en su conjunto como testigo".

Fusilados en Calatayud

Manuel y Antonio Ramiro Lapeña fueron fusilados en Calatayud en 1936 y trasladados al Valle de los Caídos. En su auto, el juez consideró que existe una "alta probabilidad" de que los restos cadavéricos se encuentren en los columbarios comprendidos entre el 2061 y 2069 de la cripta principal, por lo que entiende que la "única forma de acreditarlo" es a través de la prueba de ADN.

El magistrado entiende que la exhumación se encuadra en "el derecho a una sepultura digna" que "está indisolublemente unido a la dignidad propia de todo ser humano, con independencia a la forma en la que falleció".