La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela acaba de denegar, por cuarta vez consecutiva, la petición de libertad formulada por el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell, que permanece en la cárcel de Soto del Real desde hace diez meses.
La instructora insiste en la gravedad de los delitos de blanqueo que se atribuyen a Rosell y en la existencia de riesgo de fuga.
Duro alegato fiscal
Lamela ha hecho suyas las alegaciones presentadas por el ministerio fiscal que, en un informe durísimo, calificó de “agresiva” la defensa del expresidente del Barça a la vez que insistía en que Rosell disponen de contactos y resortes internacionales como para fugarse de España. El fiscal le recordó a la juez que la acusación pública ya pide a Rosell cinco años de cárcel por el caso Neymar, “a los que se pueden añadir los años resultantes de la presente causa, por lo que la existe la posibilidad de eludir la acción de la justicia”.
Se trata de la cuarta (la quinta, si se incluye el auto de prisión) negativa de la magistrada a dejar en libertad a Rosell desde que le detuvo por blanqueo el pasado mes de mayo. Lamela imputó al expresident blaugrana acusado del cobro de comisiones ilegales por su intermediación en la venta de los derechos comerciales de los partido de la selección brasileña de fútbol.
Dos rogatorias
Lamela explica en su auto que ha cursado dos comisiones rogatorias a Brasil, una relativa a la posible actividad financiera entre Rosell y el que fuera presidente de la confederación de fútbol brasileña, Ricardo Teixeira, y la otra para saber si el exmandatario culé tiene fondos bancarios en aquel país. De la lectura del auto se desprende que la determinación de Lamela es permanecer firme al menos hasta que llegue la información solicitada a Brasil. Si se tiene en cuenta que esa información pendiente es lo último que falta para concluir el caso, no es descabellado pensar que Rosell podría permanecer preso hasta el día del juicio.
La prohibición de libertad dictada contra Rosell es extensiva también a su testaferro andorrano, Joan Besolí, también preso en Soto del Real desde hace diez meses. Lamela ha negado la posibilidad de trasladar a los reos a una cárcel catalana "por la necesidad de tenerlos a disposición de este juzgado". En diez meses no los ha citado nunca salvo por requerimiento de la justicia andorrana.