El los últimos años, el debate sobre el uso del aceite de palma ha desvelado un sin fin de riesgos no solo para la salud del ser humano, sino también para la supervivencia del medio ambiente. Este aceite vegetal se obtiene a partir de los frutos de la palma africana y su presencia en el mercado se extiende desde la bollería industrial, pasando por los productos de aseo personal, hasta llegar a los cosméticos. Y esto es solo una pequeña parte.
Fruto de la palma africana
Su alto contenido en grasas saturadas lo convierte en un ingrediente nada recomendable para nuestro organismo, pues aumenta las probabilidades de sufrir enfermedades metabólicas, cardiovasculares y de estimular la acción de las células tumorales. Además, su producción ha destruido por completo el entorno donde crece la palma africana, promoviendo la deforestación y la extinción de ciertas especies.
La mejor solución
Ante este problema, son muchas las marcas que han optado por eliminar dicho elemento de la composición de sus productos. En España, el supermercado SuperSano fue el primero en retirar de sus estanterías más de un centenar de referencias consideradas nocivas para la salud y el medio ambiente. Una decisión que ahora también ha adoptado la cadena británica de supermercados Iceland.
Ejemplar de orangután / CREATIVE COMMONS
Por el momento, esta medida afecta únicamente a los productos de marca propia, lo que significa que el resto de artículos no están exentos de incluir dicha sustancia. Richard Walker, propietario de la cadena, ha asegurado que esta decisión aumentará el coste de producción, una diferencia que el cliente apenas notará en el precio final de la compra. De hecho, la empresa ya tiene en su poder recetas alternativas para la mitad de los productos afectados.
Comprometido con el medio ambiente
No es la primera vez que Iceland ha cambiado su política de empresa para aportar su granito de arena al cuidado del medio ambiente. El año pasado, se convirtió en el primer supermercado en prohibir los cultivos transgénicos o genéticamente modificados, mientras que a lo largo de 2018 se espera la reducción masiva de envases de plástico en sus establecimientos. Su objetivo: exluirlos definitivamente en 2023.