Albert Cavallé Ortín, el gigoló que mintió a las mujeres que conocía en las redes sociales para conseguir dinero / CG

Albert Cavallé Ortín, el gigoló que mintió a las mujeres que conocía en las redes sociales para conseguir dinero / CG

Vida

Detenido Albert Cavallé, el gigoló estafador

Los Mossos han dado con el joven acusado de haber timado a más de 40 mujeres de las que se burló después de que trascendiera su orden de búsqueda y captura

27 marzo, 2018 08:48

Albert Cavallé, más conocido como el gigoló estafador, ha sido detenido. Los Mossos d'Esquadra han puesto fin a la aventura de este joven de 36, original de Barcelona y conocido como Tito por sus amigos, aunque se llama 'papá' a sí mismo, sobre el que pesaban cinco órdenes de búsqueda y captura. 

Después de que este medio se hiciera eco del caso de Cavallé, el mismo joven se burló de sus víctimas a través de un audio en el que insultaba a una joven y se jactaba de ello tras reconocer que le había estafado dinero. 

Buscado por toda España

La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han trabajado conjuntamente para encontrar al delincuente. Su historial criminal es extenso. Más de 40 mujeres aseguran haber sido estafadas por Albert, o Mike, Joan, Kile, otros de sus muchos nombres en los que escondía su verdadera identidad. La mayoría de ellas confiesa que solo le entregó 1.000 o 2.000 euros, pero dos de sus víctimas han confesado que le llegaron a dejar hasta 40.000 y 60.000 euros, respectivamente

Albert era un estafador conocido por la policía y ya pesaban sobre él cinco sentencias por estafa, apropiación indebida y simulación de delito, pero su impunidad ante la justicia ha alargado su vida lujosa durante años.

Modus operandi

El joven siempre actuaba de la misma forma. A través de aplicaciones para citas como Badoo, Tinder, Meetic, POF o incluso Milanuncios, se presentaba como un joven adinerado, con una buena vida, que buscaba una relación seria. Sus empleos podían variar: empresario, cirujano, corredor de bolsa, abogado o dueño de una cadena hotelera. 

Con esta carta de presentación y un físico envidiable, seducía a sus víctimas con las que, supuestamente, iniciaba una relación sentimental. A las pocas semanas, y una vez la relación iba viento en popa algún imprevisto económico se cruzaba en su camino, por lo que pedía ayuda a sus víctimas a las que engañó como "la mujer de mi vida" y les prometía la devolución del dinero.

La realidad es que la mayoría de ellas no voliveron a saber de él tras la primera entrega de dinero. Algunas incluso llegaron a poner a su nombre bienes personales, mientras que otras aseguran que les robo las tarjetas de crédito o que pidió préstamos a su nombre. Una estafa constante con múltplies víctimas y un mismo objetivo: gastárselo en hoteles de lujo, cocaína y prostitutas.