Los últimos detalles sobre el caso Gabriel se han conocido a través del auto del juez Rafael Soriano, quien lleva la instrucción de la desaparición y asesinato del niño de ocho años Gabriel Cruz.
Los agentes de la Guardia Civil instalaron micrófonos en el coche que usaba la mujer para recabar pruebas de la que, en aquel momento, era su principal sospechosa. Gracias a esto el juez cuenta con grabaciones en las que Ana Julia Quezada insulta al menor mientras traslada su cadáver antes de ser arrestada por la policía.
Actuó guiada por "una malvada voluntad"
El auto, al que ha tenido acceso El Español, también describe cómo la expareja del padre de Gabriel cavó la fosa para enterrar el cadáver y actuó guiada por "una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar" la comisión de su "macabro plan criminal".
El magistrado pone de relieve la existencia de "abrumadoras pruebas contra ella" y relata cómo intento proveerse de una coartada realizando labores de pintura en la finca de Rodalquilar, en Níjar: "Dio una falsa apariencia de preocupación por la desaparición y suerte del niño", al que se llevó "mediante engaño o promesa de devolverlo prontamente a jugar".