Eloi Badia patea la solución al desastre de Montjuïc hasta la próxima legislatura. El concejal de Presidencia de Barcelona está empujando a la justicia a 14 afectados por el derrumbe de un bloque de nichos en el cementerio en septiembre de 2017. Con ello, el electo de BComú busca encallar la tragedia en los tribunales y salvar su carrera política hasta las elecciones municipales de 2019.
Según ha explicado a este medio el letrado José María de Palacio, que representa al grupo de allegados, el edil de Presidencia, Agua y Energía interlocuta con las familias y ha aceptado las pruebas de identificación con ADN, "pero todo son palabras, bloquea un acuerdo amistoso". El contencioso con el grupo de vecinos que él representa, que vieron como los restos de sus familiares se mezclaban con cascotes y madera tras el hundimiento de 144 nichos en 2017, "acabará en los tribunales" por el enconamiento municipal.
"Busca las elecciones de 2019"
Fuentes cercanas a Cementiris de Barcelona, la empresa municipal de gestión de los nueve camposantos públicos de la ciudad, han subrayado que Badia "está buscando llegar vivo políticamente" a los comicios municipales de 2019. "Piense que un proceso de reclamación patrimonial por la vía civil es muy lento. Quedará varado en los tribunales durante años. En el ínterin, el concejal y BComú orillarán el desastre", ha argumentado.
"Si los familiares afectados por el derrumbe de los nichos optaran por denunciar al ayuntamiento por la vía penal, el proceso sería mucho más rápido. Y lo podrían hacer por profanación de cadáveres u otros supuestos tipos penales", ha agregado la misma fuente.
"Están jugando con nosotros"
Preguntados por la cuestión, dos portavoces del ayuntamiento de Barcelona y de Cementiris de Barcelona, no han respondido a los reiterados requerimientos informativos de este medio sobre el estado de las negociaciones.
El silencio del gobierno de BComú y la empresa municipal que comanda Jordi Valmaña contrasta con la indignación de los familiares. R., uno de los afectados, ve "fatal" la actitud municipal. "Marean la perdiz. Muchas palabras pero no ofrecen ni un hecho. Prometen pruebas de ADN, pero no las comienzan. Dijeron que nos reunirían caso por caso, pero no llaman. La sensación es que juegan con nosotros y que esto va para largo", ha concluido.