La necesidad de aprobar los presupuestos sin tener que recurrir a una cuestión de confianza provoca que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se vea abocada a las negociaciones exprés con algunos grupos de la oposición. Para conseguirlo, sin modificarlos, es capaz de rozar los límites de sus principios más básicos.
Tanto es así que hasta las formaciones del consistorio recurrieron en repetidas ocasiones al argumento de que los comunes cambian de parecer siempre que sea necesario y hubo quien parafraseó a Groucho Marx y su archiconocida frase “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”.
‘Coqueteo’ con Trias
Colau fue criticada por los principales grupos de la oposición por acercarse a las formaciones independentistas para conseguir sus votos o, en su defecto, una abstención que le permita llegar airosa al pleno y aprobar allí, por fin y por primera vez, las cuentas para Barcelona.
Fue Alfred Bosch, líder de ERC en el consistorio barcelonés, quien se aproximó a la alcaldesa para que rompiera el pacto de gobierno con el PSC de Jaume Collboni por apoyar la aplicación del artículo 155 tras la declaración unilateral de independencia en el Parlament.
Pero Bosch no fue solo. Le acompañó el exalcalde de la capital catalana, Xavier Trias, con quien Colau ha coqueteado especialmente los últimos días. Empezando por la negociación sobre los presupuestos el pasado jueves en la que cedió y utilizó el tranvía como moneda de cambio para conseguir el apoyo del convergente: retiró una partida de 401.250 euros para la conexión.
Pasó por el aro
Tuvieron avances significativos también en otros aspectos que le interesan al PDeCAT municipal como la puesta en marcha de la línea de bus D30, que ha de recorrer la avenida Diagonal desde la Zona Universitaria hasta Diagonal Mar; la creación de un plan de choque para combatir el top manta; la dotación de partidas económicas a proyectos como el refuerzo de la campaña de Navidad; el incremento de viviendas públicas; el plan de formación y ocupación; la remodelación del Palau d’Esports y el plan de bibliotecas, entre otros.
El grupo de Trias fue uno de los que hizo reserva de su voto en la comisión extraordinaria de Economía y Hacienda del pasado viernes 19 de enero. Como hizo la mayoría, excepto el PP. El pleno municipal del próximo viernes, 26 de enero, será la fecha límite para que Colau decida si aprueba los presupuestos con apoyo, por primera vez en su mandato, o vuelve a tirar de cuestión de confianza.
De momento, su giro hacia convergencia le cobra los primeros motes hacia su partido, rebautizado por la oposición como Convergencia en Común o Colauergencia.