El exterior del Museo Diocesano de Lleida, donde se encuentran las 44 obras de Sijena que el juez ha ordenado entregar / EFE

El exterior del Museo Diocesano de Lleida, donde se encuentran las 44 obras de Sijena que el juez ha ordenado entregar / EFE

Vida

La Generalitat recurre la entrega de las obras de Sijena

El lunes, 11 de diciembre, termina el plazo que estableció un juzgado de Huesca para que el Museo Diocesano de Lleida devuelva los bienes

7 diciembre, 2017 18:19

El Govern ha recurrido este jueves la entrega de las obras de Sijena. El Juzgado de Instrucción número 1 de Huesca estableció el lunes que viene, 11 de diciembre, como plazo máximo para que el Museo Diocesano de Lleida devuelva las 44 piezas de arte sacro al monasterio de la localidad aragonesa. De no hacerlo, las fuerzas de seguridad tienen la orden de entrar y sacar los bienes.

En el recurso, la Consejería de Presidencia alega que se ha acordado la fecha de entrega de una forma “inmediata” y que “si contamos los días festivos” del puente de diciembre, “da un día hábil para proceder a la entrega voluntaria”, un plazo que consideran “insuficiente”. El pasado 23 de noviembre, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte avisó a la Generalitat que no recurriera para mostrar un “espíritu de máxima colaboración” con la justicia.

Un recurso “surrealista”

Jorge Español, el abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, ha calificado el recurso del Govern de “surrealista” y asegura que tiene “ánimo de dilatar el cumplimiento de una sentencia que lleva dos años pendiente de ejecutarse”. Además del recurso, el Consorcio del Museo de Lleida y la Diputación han solicitado medidas cautelares al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

El presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, considera que hay “datos discutibles, como que los días hábiles para presentar el recurso a la providencia del juez finaliza el día 14 y dicen que vienen a buscar las piezas el día 11”. La Generalitat ya autorizó la devolución de las piezas que se encontraban en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). La Generalitat adquirió las piezas y un juez anuló la venta en 1983.