La juez central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, ha atendido la petición expresa formulada por las autoridades judiciales de Brasil y les ha remitido aquella parte del sumario del llamado caso Rosell que afecta al empresario brasileño y expresidente de la Confederación de Fútbol de aquel país Ricardo Teixeira.
Teixeira ha sido el hombre de confianza en Brasil de Sandro Rosell y aparece imputado por blanqueo de capitales en la misma trama que el expresidente del Barça. En el momento en que estalló el caso en España, hace siete meses, Teixeira estaba en Río de Janeiro y, por lo tanto, no pudo ser detenido junto al resto de imputados en la operaciones que ejecutó la UDEF por órdenes de la Audiencia Nacional.
La magistrada dictó, entonces, orden de busca y captura. Cuando ésta llegó a Brasil, y tras analizar el caso, los jueces de aquel país se mostraron competentes para investigar allí los hechos que se imputaban a Teixeira e, inmediatamente, reclamaron la información sumarial que atañía a su compatriota.
Juez inflexible
La decisión de la juez coincide con un nuevo auto en el que Lamela vuelve a ratificar la situación de prisión que desde hace más de seis meses vive Sandro Rosell, internado en el penal de Soto del Real.
Rosell, a través de sus abogados de Madrid, había presentado un nuevo recurso pidiendo su libertad en el que reconocía el grueso de los hechos que le imputa el Ministerio Fiscal y se mostraba dispuesto a restablecer hasta el último céntimo el dinero no declarado. Aun así, y tras el duro informe del fiscal Vicente González Mota, la juez considera que la red de contactos internacionales de Rosell alimenta, aún, el riesgo de huida y, por lo tanto, le mantiene en la cárcel.
Rosell ha puesto a trabajar a su despacho de abogados de Barcelona en la elaboración de un nuevo recurso que va a elevar a la sala penal de la Audiencia Nacional.
“Preso Político”
Fuentes próximas al expresidente blaugrana han señalado que Rosell dice sentirse como un “preso político”. Cree que la situación política y de enfrentamiento que se vive entre España y Cataluña le perjudica y le sitúa como un “cabeza de turco”.
Las mismas fuentes no logran entender por qué el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González ha quedado libre con una fianza de 400.000 euros y Rosell, tras casi siete meses en prisión preventiva, ve cómo sus recursos son sistemáticamente rechazados.