Hospitales concertados y consorcios atendieron a más del 60% de heridos tras el atentado terrorista mediante atropello múltiple en Las Ramblas de Barcelona el jueves. Los centros sanitarios de titularidades mixtas, en la diana de la Consejería de Salud por su política de desprivatizaciones, fueron claves tras la masacre, que dejó 13 víctimas mortales y más de 80 heridos.
De hecho, de los 80 personas que sufrieron algún tipo de impacto físico o emocional tras la embestida del vehículo en Las Ramblas, 50 fueron tratadas en instituciones de agudos como el Parc de Salut Mar (PSMAR), Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Hospital Clínic Barcelona, Sagrat Cor, el Hospital Dos de Mayo o la Clínica Platón.
Heridos graves
Todos ellos soportaron el peso de los cuidados de las personas que resultaron heridas tras la carrera mortal de la furgoneta de Moussa Oukabir en el bulevar turístico.
De hecho, de los 20 personas que presentaban heridas de gravedad tras la brutal embestida, la mayoría fueron atendidas en estos centros sanitarios.
Médicos de estos centros han explicado a Crónica Global que vivieron un auténtico "alud" de pacientes el jueves tras el atentado. Facultativos de planta tuvieron que bajar a reforzar los servicios de urgencias para atender el pico de actividad asistencial.
El ICS, en un segundo nivel
En otro nivel, hospitales de la red 100% pública del Instituto Catalán de Sanidad (ICS) también muy prestigiosos, como el Hospital Universitari Vall d'Hebron --el mayor de Cataluña-- o el Hospital Universitari de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat, tuvieron menos actividad.
Fuentes cercanas a la investigación policial han indicado que esto fue así porque estos complejos médicos, también de muy elevada calidad como los concertados o mixtos, quedan situados fuera del perímetro de las principales arterias de Barcelona.
El hecho de que los Mossos d'Esquadra desplegaran de inmediato la llamada Operación Gàbia para cazar a los terroristas los relegó a un segundo nivel.
Sea cual fuere la razón, hospitales con los que Salud ha mantenido distancia, una relación fría o ha abogado por expulsar de la red pública Siscat, como el propio Sagrat Cor, resultaron cruciales el jueves.