Cinco años para detener al presunto homicida de su hermana en Brasil
La familia de la mosso d'esquadra Sara Díaz localiza en Sudamérica a la persona que, supuestamente, segó la vida de la joven en la carretera
13 julio, 2017 00:00Cinco años para detener en Brasil al presunto homicida de su hermana. Una familia española ha conseguido localizar y precipitar la detención de la persona que, presuntamente, segó la vida de la cabo de los Mossos d'Esquadra Sara Díaz en una carretera cerca de Barcelona en 2012.
La familia de Díaz ha podido localizar el paradero del conductor del vehículo que chocó frontalmente contra la moto de la agente en la B-24 a la altura de Pallejà (Barcelona). Tras el accidente, el individuo abandonó el vehículo y se escondió, pero tres horas más tarde fue localizado en unos matorrales, y se le tomó declaración.
Sara Díaz, la agente de los Mossos d'Esquadra que murió en la carretera en 2012 / CG
Tras prestar declaración policial no fue detenido ni puesto a disposición policial. Lo aprovechó para regresar a su país natal con discreción, evitando así la acción de la justicia.
"Una batalla horrible"
"Todo este tiempo ha sido una batalla horrible. Nadie nos creía. Mossos y fiscalía consideramos que no hicieron bien su trabajo. Pero alguien tenía que hacerlo".
Quien habla es Carlos Díaz, hermano de la víctima mortal. El vecino de una localidad de Barcelona inició una ofensiva judicial para esclarecer los hechos que rodean la muerte de su hermana.
"Sabíamos que había graves incongruencias. La policía sostuvo que el conductor impactó contra Sara tras hacer un trompo accidental. Nosotros creemos que hubo, como mínimo, conducción temeraria", narra a Crónica Global.
"Se fugó"
Si bien el sospechoso abandonó España sin cargos, al avanzar la instrucción del caso sí se le citó en el país sudamericano a declarar como imputado por homicidio imprudente. Fue en diciembre de 2012. Se presentó en el juzgado dos veces y dijo que colaboraría con la policía española. A la tercera, escapó.
"Se refugió en Brasil sin informar a las autoridades, pero la familia le siguió la pista. Le hemos seguido el rastro por internet durante cinco años", explica Díaz.
Antes, los allegados de Sara habían pedido una orden internacional de detención en varias ocasiones. Los jueces de la sala contencioso-administrativa de la Audiencia Provincial de Barcelona siempre la rechazaron.
"Decían que se presentaría cuando se le citara. Pues bien, terminó escapándose", lamentan.
'Cazado' en Brasil
El imputado vivió en Brasil durante años. Viajó a varios países, siempre a la sombra de las autoridades. "Conseguimos una primera comisión rogatoria para la Interpol. Las autoridades brasileñas le fueron a buscar a sus pisos en 2014, pero se había ido".
Siguiendo su rastro, la familia de Sara volvió a dar con el paradero del presunto homicida. "Presentamos el escrito con la información el 18 de abril de 2017. Esta vez fueron más rápidos. Lo detuvieron en Florianópolis (Brasil) el 21 de junio", admiten.
El arresto lo precipitó todo. El juez instructor ha reabierto el procedimiento y el individuo está bajo custodia. Antes de 90 días debería ser extraditado a España, donde se le tomará declaración y el juez decidirá. Una de las acusaciones pide imputar un presunto homicidio imprudente. La familia, acusación particular, pide que se le investigue por homicidio doloso.
"Hay muchas cosas que no encajan. El coche no tenía seguro ni era suyo. La tasa de alcohol en sangre era superior a la permitida. Hay testigos que le vieron adelantar temerariamente a otro vehículo y seguir a Sara", enumeran.
Críticas a los Mossos y Fiscalía
El círculo más cercano a Sara Díaz no se ha rendido nunca. Aportan información sobre su lucha en la misma medida que critican a Mossos d'Esquadra y al fiscal asignado.
"Los primeros intentaron disuadirnos dos veces. Dijeron que había sido todo fortuito. Nos citaron formalmente para reconstruir el accidente. Finalmente, los atestados vieron la luz y confirmaron lo que sosteníamos: que había indicios de homicidio imprudente, como mínimo", explican.
Un elemento clave en la dramática historia de los Díaz es la unidad en la que trabajaba la agente. "Sara prestaba servicio en el DAI (Departamento de Asuntos Internos). Nunca entendimos por qué sus compañeros no hicieron nada para esclarecer los hechos. Y sabían que ese departamento puede meter a las personas en problemas".
"A su vez, la fiscalía ha impugnado prácticamente todos los escritos, dilatando aún más el proceso judicial. Cuando además hemos demostrado que existían suficientes indicios desde el primer momento", advierten.
Con una larga contienda judicial aún por delante, los Díaz también tienen palabras de agradecimiento. "A la Interpol y a la Policía Nacional: una vez tuvieron todos los datos, la detención fue muy rápida, ciñéndose a los códigos y prácticas establecidas. Y a algunos medios de comunicación que, pese a todo y todos, creyeron en nosotros".