Se busca el delito antecedente. El delito de la corrupción, del tráfico de armas, o drogas o blancas o cualquier otra actividad criminal que hubiera generado el dinero que los intermediarios de Gao Ping (liderados por Rafael Pallardó) llevaron a Andorra eludiendo los preceptivos controles tributarios.

Estos delitos “antecedentes” son fundamentales para sustentar la acusación de blanqueo contra los más de 25 exempleados del banco acusados en el marco sumario del llamado caso BPA y que irán a juicio en enero próximo. Si no se identifican esos delitos, el tribunal se quedará sin munición para elaborar una sentencia condenatoria.

Delito en España, no en Andorra

Hasta los propios imputados en Andorra asumen que Gao Ping y otros muchos empresarios que colocaron en el principado (en BPA o en cualquier otro banco) su dinero no declarado en España, cometieron delitos fiscales. Pero conviene recordar que ese tipo delictivo no lo es y no existe en Andorra, por lo que los imputados insisten en que participaron en unas operativas financieras legales en su país y avaladas, incluso tuteladas, por los organismos de control financiero andorrano.  Además, en el supuesto de que se acreditase que el dinero introducido por la red de Gao Ping en Andorra procedía de delitos, la fiscalía tendría que acreditar que los exempleados imputados lo sabían.

Por todo ello cabe pensar que la reclamación del sumario Emperador, adquiere una especial relevancia porque entre esas diligencias (que siguen vivas en la Audiencia Nacional), pueden aparecer indicios de corrupción policial o de extorsión, por ejemplo, que servirían de munición a la fiscalía andorrana para justificar que los millones amasados por Gao Ping, y movidos en BPA a través de Pallardó, no sólo corresponden a cobros de facturas en negro. Sin embargo, de momento, se trata de una expectativa ya que la pieza que afectaba a un grupo de policías supuestamente corruptos y financiados por Gao Ping ha concluido con la absolución de éstos.

La hora de la verdad

El presidente del Tribunal de Corts que va a juzgar el caso, Josep María Pijuan, buscará, pues, entre las decenas de miles de páginas del sumario Emperador si hay o no delito antecedente y, en definitiva, si hay o no caso.

Llama la atención que la juez instructora durante dos años no ha aceptado esa insistente petición de las defensas --la de analizar todo ese sumario que se sigue en la Audiencia Nacional-- y que ahora, el magistrado Josep Maria Pijuan, que en España instruyó el caso Palau, si lo haya pedido. Da la sensación de que llega la hora de la verdad y que todos, acusación y defensa, se lo van a jugar todo a una carta: el sumario Emperador.