El presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, se lava las manos en la segunda parte del caso Neymar, derivada de la denuncia del fondo DIS, y argumenta que su firma en alguno de los contratos del fichaje del jugador fue simplemente protocolaria.
La defensa de Bartomeu ha presentado su escrito en la Audiencia Nacional en el plazo requerido tras pasar de investigado a acusado de los delitos de corrupción entre particulares y de estafa simulada denunciados por DIS.
Ausencia de participación material
El texto, al que ha tenido acceso Crónica Global, afirma con rotundidad que los hechos reproducidos en los escritos de acusación del Ministerio Fiscal y del abogado del Estado “no se corresponden con la realidad de lo sucedido”.
Por un lado, expone que los contratos son reales y con un contenido económico y jurídico propio, que impide su calificación como “simulados”. “Y en ningún caso responden a un pago oculto al Santos por los derechos de Neymar”.
Además, defiende “la total ausencia de participación material de Bartomeu en los hechos y ello con independencia de la calificación jurídica que se haga” de los mismos”.
Limpia el nombre del Barça
Por el otro lado, expone que el delito de corrupción entre particulares se refiere a sobornos a responsables que tienen la capacidad de contratar bienes o servicios profesionales en nombre de un principal, o de quienes lo inducen a que infrinja sus obligaciones en la adquisición o venta de mercancías o en la contratación de servicios para beneficio del sobornador o de un tercero.
En este punto, afirma que los Neymar “no tenían capacidad de contratar bienes o servicios” en nombre del fondo DIS (que poseía parte de los derechos del jugador) y el Santos. Que Neymar prestaba esos servicios para el Santos y no puede ostentar la condición de colaborador de DIS. La empresa familiar N&N tampoco actuaba en nombre de DIS contratando bienes o servicios.
Por eso, dice el texto, es imposible que el Barça indujese a nadie por precio a que incumpliese “sus obligaciones de adquisición o venta de mercancías en la contratación de servicios profesionales” en nombre de DIS.
Sin más hechos que la firma
Finalmente, defiende que Bartomeu ni siquiera presenció las obligaciones, y que la aparición de su firma en uno de los múltiples contratos del fichaje responde a un “protocolo interno de firmas del club”, por el que han de firmar el presidente y el responsable de cada área del asunto tratado. Esto es, sigue apuntando a Sandro Rosell.
“Al margen de la firma, no se ha concretado ningún hecho incriminatorio que pueda mostrar ni siquiera indiciariamente la existencia de una efectiva capacidad negociadora y decisoria en lo relativo a la contratación de Neymar”.
Para sustentar sus tesis, Bartomeu solicita que declaren cinco personas como testigos: el ex director deportivo Andoni Zubizarreta; el ex vice presidente económico Javier Faus; el director del área de fútbol, Raúl Sanllehí; el ex director general Antoni Rossich, y el delegado del Barça en Brasil, André Cury.