Seis parejas sentimentales en el universo municipal de Ada Colau
Los grupos de la oposición critican el nepotismo existente en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona
5 junio, 2017 00:00En el equipo de gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha habido hasta seis parejas sentimentales, cinco actualmente, en el ecuador del mandato de los comunes. Los líderes de los grupos de la oposición, como Alfred Bosch (ERC) o Joaquim Forn (Grupo Demócrata), critican lo que consideran como nepotismo en el seno del consistorio de la capital catalana.
“Hay cinco parejas instaladas en el ayuntamiento que mezclan institución y partido”, aseguraba el portavoz de los republicanos en su conferencia con motivo de la llegada al ecuador del mandato de Colau. Los antiguos convergentes no eran tan sutiles y publicaban en su propio diario, El Run Run, una sección rosa en la que ponen en evidencia la política de Ada Colau a la hora de “colocar a la pareja” sentimental en cargos públicos. Los actuales gobernantes de la ciudad defienden esas relaciones familiares amparándose en el currículum de quienes se han incorporado.
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Ada Colau y Adrià Alemany
La propia alcaldesa de Barcelona es la primera que se cruza con su marido por los pasillos del consistorio. Fichó a Adrià Alemany como responsable de Relaciones Políticas e Institucionales después de que éste abandonara la Fundación del Barça, donde trabajaba como técnico financiero. Ahora trabaja para el partido Guanyem Barcelona. En una nota enviada a los medios de comunicación, Colau aseguró que su pareja asumiría tareas que ya estaba desarrollando de manera voluntaria pero “dado el volumen que han adquirido requieren dedicación exclusiva”. Y, por lo tanto, remuneración. De Alemany se dice entre los empleados municipales que es la figura importante a la que se debe acudir para resolver los problemas.
El ahora alcalde accidental, Gerardo Pisarello, también tiene a su mujer cerca. Vanesa Valiño, licenciada en Ciencias Políticas con máster en Desarrollo y Políticas de Género, trabajaba en el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC). Actualmente, ocupa el cargo de asesora de vivienda y está sujeta al código ético de BComú, que establece que no puede cobrar más de 2.200 euros, ni dietas para asistir a reuniones, entre otras condiciones.
También Pisarello
La mujer de Pisarello y madre de sus dos hijos trabaja en el área que lidera el concejal Josep Maria Montaner, quien también comparte puesto con su pareja, Zaida Muxí. Él, además, es concejal del distrito de Sant Martí. Ella pasó de ofrecer sus servicios en la entidad feminista Colectiu Punt 6 --en su día, la oposición la relacionaba con una serie de contratos a dedo para dinamizar la participación ciudadana-- a ser directora de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet.
Janet Sanz, teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, sale con David Cid, coordinador de ICV en Barcelona que también ha hecho labores de asesoramiento en el ayuntamiento. Las malas lenguas apuntan a una mala relación de Sanz con la segunda teniente de alcalde Laia Ortiz, quien al parecer también tuvo un affaire con el coordinador de ICV.
Pareja relevo
La quinta pareja del consistorio barcelonés la forman Eloi Badia y Tatiana Guerrero. Badia es concejal de Presidencia y del distrito de Gràcia, y Guerrero es consejera técnica en el distrito de Les Corts.
Lo más curioso es que Eloi Badia fue el sustituto de Raimundo Viejo, exconcejal de Educación hasta que abandonó su escaño municipal para incorporarse a la candidatura de En Comú Podem, que a su vez también trabajaba junto a su pareja sentimental, Gaëlle Suñer. Colau externalizó el proyecto estrella de su programa electoral, la participación ciudadana, y lo hizo contratando a la cooperativa Raons Públiques, de la que Suñer es fundadora además de empleada.
Los comunes, por su parte, se han mostrado siempre muy sorprendidos cuando los grupos de la oposición han criticado las colocaciones a dedo de personas unidas por sus relaciones sentimentales a altos cargos del consistorio . No entienden las críticas.