La cárcel Modelo de Barcelona cerrará sus puertas el 8 de junio. La prisión más antigua de Cataluña se encuentra en una zona muy céntrica de la ciudad, bien conectada con el transporte público y cercana a lugares de interés, como la estación de Sants o la zona alta. En plena área residencial, es un marco perfecto para vivir en una urbe donde reina el agobio.
Los vecinos que actualmente residen en la zona están atemorizados. Saben que es un buen sector. El cierre del centro penitenciario conllevará “más tranquilidad y mayor atractivo”. Los alquileres en el barrio han empezado a subir drásticamente en los últimos meses y los inversores inmobiliarios ya tienen el ojo puesto en esta tranquila parte de L'Esquerra de L'Eixample.
Entença, 151
Uno de los bloques de edificios que ha denunciado esta especulación es el 151 de la calle de Entença, contiguo a la cárcel. De los nueve domicilios con los que cuenta la finca, cuatro de ellos ya han recibido un burofax en el que se les alerta de que no les renovarán el contrato del alquiler. Deberán abandonar su vivienda cuando venza. Algunos de los vecinos —que prefieren ocultar su identidad— indican que “hay dos residentes que han caído enfermos por culpa de la tensión”.
Los residentes en Entença, 151 hacen piña para protestar contra la especulación / CG
Joan Gómez es el único residente del edificio que dispone de renta antigua, lleva 18 años en el edificio. Tiene miedo de quedarse solo las próximas semanas. "No quiero que vengan a hacerme mobbing y me presionen”, explica. La mayoría de los vecinos son inmigrantes y lamentan que los alquileres en la zona están muy caros actualmente: “Tendremos que marcharnos, no hay más solución”. En la finca también viven varios niños: “Han nacido aquí, van al colegio cerca y ahora veremos qué pasa”. Además, el bloque tiene dos negocios tradicionales en la planta baja: un quiosco y una panadería.
Se fijan en Leiva, 37
Los afectados se han unido para hacer piña. Se han marcado como referente al edificio Leiva, 37 en el distrito de Sants-Montjuïc. El Ayuntamiento de Barcelona los rescató la pasada semana de un desahucio que se palpaba. “El ayuntamiento tiene todos los mimbres para combatir a los especuladores, no se qué esperan a hacerlo”, asegura uno de los damnificados. Los residentes actuales también han pedido ayuda a una nueva plataforma que está empezando a organizarse: la Xarxa d’Habitatge de l’Esquerra de l’Eixample. Fuentes de la asamblea cuentan a Crónica Global que se han organizado porque han “detectado problemas semejantes en el barrio”.
Los vecinos han colgado pancartas en la fachada del edificio / CG
Para más inri, los vecinos de Entença, 151 explican que la escalera ya es un lugar de paso para gente que va a comprobar en qué condiciones están los inmuebles: “Hemos visto personas extrañas que nunca habían aparecido por aquí, entre ellos rusos”, señalan.
Uno de los inmuebles, situado en la cuarta planta y de 65 metros cuadrados, se encuentra a la venta en la plataforma online Habitaclia por 260.000 euros. Como nota curiosa, en la definición del piso los propietarios ven el temprano cierre de la prisión como un reclamo para atraer nuevos inquilinos.