Triste e indignado. Así dice sentirse Carlos Jiménez Villarejo (de 81 años), el primer fiscal jefe de la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, la Delincuencia Económica y la Corrupción, tras la noticia de que el actual jefe del organismo, José Manuel Moix, participaba de una empresa radicada en el paraíso fiscal de Panamá.
“Que haya un fiscal jefe participando en una sociedad situada en un paraíso fiscal es una indignidad democrática”, denuncia. Para Jiménez Villarejo “nos encontramos ante una situación de extrema gravedad por cuanto se produce un deterioro de la imagen de limpieza y transparencia que ha de ofrecer la Fiscalía Anticorrupción”.
Para el veterano fiscal “es inconcebible que un hombre como Moix no sepa que el mero concepto jurídico de paraíso fiscal resulte ser una agravante en nuestro Código Penal”. “Sólo puedo entenderlo si Moix ha actuado con una deliberada ignorancia”, declara.
Falta muy grave
En declaraciones a Crónica Global, Jiménez Villarejo ha explicado que “Moix ha incurrido en un falta muy grave tal y como recoge el artículo 57 del Estatuto del Ministerio Fiscal en su octavo apartado, que marca la incompatibilidad del fiscal para ser socio o partícipe de cualquier sociedad mercantil, mucho más —añade Jiménez Villarejo— cuando ésta se encuentra en un paraíso fiscal”.
Por ello cree que “desde el minuto uno, el fiscal general del Estado (José Manuel Maza) tendría que haber suspendido de funciones a Moix y le debería de haber abierto un expediente por falta muy grave”.
El estatuto del Ministerio Fiscal castiga con tres años de suspensión en el cargo o separación de la carrera a los miembros de la fiscalía que cometieran falta muy grave.
“Moix sabe que estaba en falso y lo trató de ocultar. Es imposible que no conozca, por ejemplo, la resolución del congreso de los diputados del 12 de julio de 2013, en la que se instaba al Gobierno a la supresión de los paraísos fiscales. Moix debería haber cesado por dignidad y por decencia”, concluye el exfiscal.