José Manuel Maza
El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, visitó la capital catalana y se entrevistó con sus principales dirigentes políticos. No le faltó la visita de cortesía al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, o al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.
En ambos casos, el hombre que ha puesto al polémico fiscal Manuel Moix al frente de Anticorrupción quiso rentabilizar su encuentro con los dos políticos mediante la emisión de sendas notas de prensa. El jefe del Gobierno catalán no tuvo inconveniente en que apareciera un comunicado en el que el fiscal reconocía las advertencias legales que había formulado ante la celebración del hipotético referéndum.
Millo, un político más maduro y menos arrojado, fue prudente y desistió del ofrecimiento del fiscal general. No hubo nota. Entre otras razones porque lo que le contaba Maza sólo hubiera enardecido al independentismo más radical. El fiscal le dijo que no dejarían pasar ni una en esta ocasión, mientras que Millo le pedía que no se entrara en provocaciones. Su inconsciencia le llevó a pedir que se publicara una nota sobre esas conversaciones, que finalmente no vio la luz pese a la exigencia del fiscal.