El Barça aterrizó en Madrid como gran favorito para la cita del Vicente Calderón. Tras una temporada marcada por los tropiezos inesperados en el campeonato doméstico, el Barça salió al césped con la necesidad de hacerse al menos con un título que maquillara la última temporada de Luis Enrique como técnico.
Todos los pronósticos estaban a favor. El rival no era uno de los grandes y al Barça le gusta la Copa del Rey. El encuentro empezó lento y sin ocasiones claras y el Barça especuló demasiado con la posesión del balón.
El Alavés contemplaba el juego pasivo del Barça y aprovechó sus oportunidades. Una pérdida de balón de Piqué en zona defensiva en el minuto 26 pudo haber cambiado el hilo del partido. Ibai robó el balón y, tras el chut, el esférico se paseó por la línea de gol hasta tocar el palo en una jugada con una mala intervención de Cilessen.
Despertó el rey
El Alavés insistió y apretó, pero solo hasta que Messi quiso. El astro argentino inició su carrera en el círculo central, combinó con Neymar y definió al primer toque al fondo de la red. 1-0 en cinco toques. No tardó en reaccionar el conjunto blanquiazul. Dos minutos más tarde, Theo Hernández ponía el empate a uno de libre directo. Un chut imparable a la escuadra desde una falta al borde del área despertó de nuevo a la afición vasca que nunca dejó de creer.
Justo antes del descanso, Leo volvió a hacer de las suyas y tras arrastrar a tres rivales, habilitó a André Gomes en la banda. El portugués cedió a Neymar en boca de gol y el brasileño no falló. El Barça volvía a estar por delante en el marcador.
Pero su espectáculo aún no había acabado. El astro argentino repitió la jugada de la final de la Copa del Rey de 2015 desde la banda derecha y asistió a Paco Alcácer, que marcó a la media vuelta. Descanso en el Calderón y final encarrilada.
La segunda parte no tuvo gran transcendencia futbolística. El Barça jugó al son de Messi e Iniesta. Los capitanes durmieron el partido con largas posesiones y ninguno de los dos equipos gozó de ocasiones claras. Lo más destacado fue la pelea que protagonizaron Messi y Sobrino a 15 minutos del final. El argentino recriminó la actitud del lateral ante Neymar y ambos se enzarzaron a empujones e insultos.
Tercera copa consecutiva
Más allá de la pequeña trifulca y tras el pitido final, el Barça consiguió su 29ª Copa del Rey. Se afianza más que nunca como el rey de copas. Los blaugrana no fallaron y pudieron regalar una despedida digna a Luis Enrique en su último partido como técnico del Barça.
Campeones de la Copa del Rey en las últimas tres ediciones, Messi y compañía agrandaron el mito de Lucho que tras tres años en Camp Nou ha conseguido nueve títulos de 13 posibles, que le consagran como uno de los mejores técnicos de la historia del club catalán.
El detalle
Aleix Vidal fue recibido con una gran ovación cuando piso el césped del Calderón tras meses lesionado por una luxación en el tobillo. Mascherano tuvo que ser sustituido en el minuto nueve por un choque con M. Llorente. El argentino está a la espera de nuevas pruebas que determinen el alcance de la lesión, pero el central se dejó ver en la celebración del Barça con muletas.
La polémica sobre la pitada al Rey y al himno de España volvió a ser el primer tema de conversación tras el inicio del partido. El Barça y el Alavés presenciaron el último partido oficial del Vicente Calderón tras 50 años de historia. Un estadio que, con los años, se convirtió en un templo del fútbol y que este sábado tuvo una despedida más que digna.
Ambas aficiones animaron hasta el final a sus equipos. La vasca se entregó en cuerpo y alma a sus jugadores e incluso corearon campeones al finalizar el encuentro. Los de Pellegrino agradecieron la actitud de su afición que no aflojó la voz y empequeñeció, durante todo el encuentro, a los culés.