Hay que evitar un uso partidista del problema del top manta. Es el mensaje que ha lanzado la Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, este jueves, con el que ha pedido la unión de las administraciones competentes para trabajar coordinadamente.
De momento, todos los intentos de solucionar la venta ambulante no han sido fructíferos y eso, precisamente, es lo que quiere evitar Vilà. Para lograrlo, ha recomendado al Ayuntamiento de Barcelona que inste a la conselleria de Interior y a la delegación del Gobierno en Cataluña a articular mecanismos de cooperación permanentes.
El comercio, perjudicado
Solo de esta forma podrá ofrecerse una solución social y laboral para los manteros, además de perseguir las redes delictivas que hay detrás del fenómeno. “Si no se hace así, sale perjudicado el comercio de la ciudad, al igual que los vendedores y vendedoras del top manta, personas explotadas debido a su situación de vulnerabilidad”, dice la síndica.
Argumenta que el consistorio barcelonés es la administración más próxima y, por tanto, la que soporta más la presión. Recuerda que sus principales funciones son las de evitar el uso intensivo del espacio público, así como la venta no autorizada, además de atender las necesidades de los vendedores ambulantes, pero no tiene competencias para atacar el problema de raíz.
Ayudar a la cooperativa
“No es un problema nuevo ni único de Barcelona”, argumenta Vilà, ya que ocurre también en otras ciudades con una gran afluencia turística. Alerta de que la situación se agravará en verano y que las actuaciones policiales tienen que intensificarse, centrándose principalmente en las conductas ilícitas que hay detrás de la venta ambulante no autorizada.
La cooperativa que constituyó el equipo de Gobierno de Ada Colau es una respuesta social que debería complementarse, según la síndica, facilitando espacios públicos donde ejercer la actividad de forma legítima.