No han sido bien recibidos en L’Hospitalet de Llobregat, así que se trasladan a pleno centro de la capital catalana. Los Legionarios de Cataluña han decidido que este año cambiará la exhibición del Cristo de la Buena Muerte el Jueves Santo por una manifestación.
Se han dado cita el próximo sábado 22 de abril a media mañana en la plaza de la Catedral de Barcelona y pretenden marchar hasta la plaza Sant Jaume pese al rechazo municipal: convertirán la procesión en manifestación para burlar el veto.
Organiza Hazte Oír
Lo harán de la mano de MasLibres.org, plataforma impulsada por Hazte Oír creada con el objetivo de defender la libertad religiosa. Así lo ha explicado a Crónica Global el padre Custodio Ballester, párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción de L’Hospitalet.
“Un ayuntamiento no tiene competencias para decirte cómo se hace una procesión. Eso es tener un deseo de control absoluto”, explica a este medio. “No puede definir lo que se hace en las procesiones de la misma manera que yo no defino un impuesto sobre la vivienda”.
Un cura polémico
La polémica envuelve a Ballester --conocido como El Legionario y que realizó el servicio militar en los Boinas Verdes-- por permitir y participar en la procesión de los antiguos militares.
Celebró, además, una misa por los caídos de la División Azul y cedió el salón de actos de la parroquia para una jornada dedicada a la unidad militar en la que se entonó el Cara al sol, se hicieron saludos militares y se exhibieron símbolos de la Falange.
Estrategia municipal
Asegura que la tensión entre el Ayuntamiento de L’Hospitalet, que pidió al arzobispado el traslado del párroco a otra localidad, “es de diseño”, de cara a la galería, por haber movilizado a una asociación de vecinos contra él.
“Quisieron hacer una protesta y fueron unas 20 personas. El mismo día, yo celebré una misa por los perseguidos en la que se hacía una colecta para los damnificados por las inundaciones de Perú y vinieron 500 personas”, dice.
Reitera que él no debería ser el protagonista de la noticia porque ni siquiera es el organizador y apunta a una estrategia más del equipo de gobierno de la alcaldesa, Nuria Marín. Se desvincula de la manifestación de la Legión: “En mi parroquia habrá lo normal de la Semana Santa”.