Corría el mes de abril de 2014. Harishchandra Tarachand Varma dirigía un verdadero imperio comercial de distribución de productos de bajo coste en España. Ese potentado ciudadano hindú estaba siendo investigado por la Policía Nacional. Se le consideraba el capo de una organización criminal de blanqueo de capitales, tráfico de productos falsificados y de drogas.
Por aquel entonces, y por razones que sólo él sabe, la música de los malos vientos zumbaba en sus oídos. Como un vaticinio. Varma empezó a sospechar de que algo pasaba y no tardó en adoptar medidas de vigilancia contra no sabía bien qué o quién. Fruto de ello, detectó que le seguían, que alguien marcaba sus pasos y, naturalmente, sospechó de la policía.
Su paranoia aumentó de temperatura cuando, un día de abril de 2014, empezó a recibir mensajes en los que alguien le pedía dinero, mucho dinero a cambio de la información necesaria para no ingresar en prisión. Alguien quería sacar tajada del asunto. Alguien que necesariamente tiene información directa de la investigación policial en curso contra él.
Villarejo entra en acción
Crónica Global se ha puesto en contacto con Varma y éste ha concedido una entrevista en la que desvela que, aturdido por esos mensajes y por el consiguiente chantaje, recurrió a un abogado de Madrid, Javier Iglesias, quien le puso en contacto con un policía, que se prestó a ayudarle.
“Sí, a través de Iglesias me puse en contacto con un policía que era un hombre importante de asuntos internos. Este policía me dijo que le facilitase toda la información y que investigaría lo sucedido”.
Ese policía, no fue otro, según Varma, que el excomisario José Manuel Villarejo, adscrito al DAO de la Policía en aquellos años (y no a asuntos internos), y que se ha reconocido como miembro activo de eso que se ha dado en llamar operación Cataluña.
El comisario se camufla
Pero, curiosamente, Villarejo se presentó ante el desconcertado Varma con nombre falso. ¿Por qué? El propio Varma no sabe responder a esa pregunta, pero lo cierto es que el controvertido comisario camufló su identidad y le dijo que le iba a ayudar a denunciar a esos “policías corruptos”, porque, según el empresario imputado, Villarejo, en la primera de las citas que mantuvo con él en el hotel Meliá de Madrid, ya le asegura que los extorsionadores eran policías.
Hasta en cinco ocasiones Varma asegura que se entrevistó con ese alto responsable del DAO que camufló su verdadero nombre.
“Era una policía muy profesional. Yo le dije que cuánto me iba a cobrar y el me dijo que nada”. Llama la atención que un ciudadano pregunte a un policía sus tarifas. “Él me dijo que en la policía había mucha corrupción y que él se encargaba”.
El capo hindú, 13 meses de preventiva
Varma fue detenido el 17 de noviembre del 2014 e ingresó inmediatamente en prisión por orden de un juez de Fuenlabrada, a petición de la Fiscalía Anticorrupción.
Salió de la cárcel tras el pago de una fianza de 300.000 euros el 17 de diciembre de 2015. “Es en la cárcel que me doy cuenta de que aquel policía de asuntos internos era el señor Villarejo, al verlo en la televisión y en prensa”.
El auto de prisión contra Varma, y la ratificación de éste por parte de la sección 15 de la Audiencia de Madrid, es lapidario. Sin embargo Varma, quiere aprovechar la entrevista para exculparse y atribuir todo lo que está viviendo a una especie de conjura entre clanes policiales enfrentados.
Siguiendo su hilo argumental, parece más que evidente que, si eso es así, Varma está del lado de lo que denominaríamos el sector Villarejo, que se sitúa en la acera de enfrente del sector que lidera el comisario Martín Blas, y al que pertenecen otros dignificados por las investigaciones, los informes o las denuncias del excomisario.
Varma defiende a Villarejo
Durante la entrevista se suceden las palabras de apoyo y admiración por parte de presunto capo hindú a este controvertido policía. Tanto es así, que hasta en tres ocasiones explicó a este medio, eso sí, sin dar datos concretos y con apuntes deslavazados, que alguien de la cúpula de la policía le ofreció un traje procesal benévolo si “derrotaba” las andanzas de Villarejo.
Resulta extraño, casi inquietante, esa turbia relación de un mando de policía de la altura de Villarejo con un presunto capo mafioso, mientras éste estaba siendo investigado por delitos gravísimos y muy de cerca por la propia policía, la fiscalía y el juez.
Preguntas por resolver
¿Las altas instancias de Interior, sabían de la actuación de Villarejo con ese empresario hindú? ¿Quién le intentó extorsionar? Como parece, ¿fueron dos traductores de la policía o había alguien más moviendo los hilos? Si la actuación de Villarejo fue procedente y orientada a la búsqueda de la verdad, ¿por qué no facilitó su nombre verdadero desde un principio?
¿Alguien quiso hacer negocio con la imputación de Varma? ¿Alguien quiso utilizar a Varma para sus vendettas personales?
Las cloacas del Estado son oscuras y malévolas y, a menudo, hacen que las cosas no sean lo que parecen y para ello no hay nada mejor que tratar de confundir o intoxicar a un periodista.