Estaba interno en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona hasta la semana pasada. Manifestó su malestar a los agentes de la Policía Nacional que custodian el lugar y éstos lo llevaron al Hospital Clínic de la capital catalana.
Allí fue diagnosticado: tiene tuberculosis, una enfermedad contagiosa que afecta, sobre todo, al pulmón. Fuentes cercanas al caso informan a Crónica Global de que, tras el diagnóstico médico, el interno quedó en libertad.
Posibles contagios
La situación ha provocado la reacción de los demás internos del CIE barcelonés: desde que conocieron el desenlace de su compañero, fuerzan visitas al hospital con el argumento de que están contagiados.
Las mismas fuentes explican que llaman la atención de los agentes con el pretexto de que se encuentran mal. “Te dicen que han escupido sangre y, cuando te acercas a ver qué pasa, ves que es cierto”, lo que supone una visita de reconocimiento médico para comprobar que no han contraído la enfermedad.
Inquietud
De momento, el único extranjero que dio positivo en las pruebas de tuberculosis fue el primero, al que dejaron en libertad. Sus compañeros, los que también se han sometido al examen médico, han obtenido un resultado negativo.
El asunto ha inquietado tanto a los agentes que trabajan en el centro como a los propios internos, sobre todo los que compartían habitación con él, ya que no saben si han sido contagiados durante el tiempo en que éste permaneció junto a ellos.