400 militares ayudaron en las tareas de extinción de incendios en una provincia en la que ahora la CUP no les quiere. La Unidad Militar de Emergencias (UME) envió 400 efectivos en 2012 para ayudar a extinguir los fuegos del Empordà, los peores de la historia, y que acabaron con 14.000 hectáreas quemadas.
Pese a la cercanía del área arrasada a Girona y Celrà --apenas 40 kilómetros- y la afectación sobre las infraestructuras, los anticapitalistas han protestado hoy por las maniobras de las tropas en la zona.
Por la mañana, unas cincuenta personas han subido al Castillo de Sant Miquel para protestar contra la presencia militar, con un grupo venido de la localidad y otro de Girona, la capital de provincia. Ya por la tarde, unas cien personas se han concentrado ante el pequeño municipio gobernado por los radicales.
Ayuda a la extinción
Las protestas, en las que se ha subrayado el "sufrimiento" que provoca la presencia de las tropas españolas, soslaya el hecho de que la UME envió unos 400 efectivos hace cuatro veranos para apagar dos violentos incendios forestales en la zona.
Los bomberos del ejército llegaron de Zaragoza (200), Valencia (150) y Madrid (50).
Las tropas se coordinaron con los Bomberos de la Generalitat en las labores para frenar la propagación de las llamas. Pese al esfuerzo conjunto, los incendios arrasaron 13.900 hectáreas y causaron dos muertes. Además, hubo graves daños en la infraestructura eléctrica y viviendas.