"Yo no sé nada". El ex comisario Eugenio Pino, ex jefe operativo de la Policía Nacional (DAO), sospechoso de haber urdido y dirigido la llamada Operación Cataluña, se desentiende del pendrive "con información delicada del caso Pujol" que ha aparecido "por sorpresa" en uno de los cajones de la UDEF.
Pino ha declarado ante el juez central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que investiga al clan del ex president por delito fiscal y blanqueo. Lo ha hecho en calidad de testigo, por lo tanto, tenía obligación de decir la verdad. Pero en aquella sala, durante su declaración (y después de ella), nadie le ha creído. Pino dice no saber prácticamente nada del pendrive. Alega que él no lo llevó a la UDEF y atribuye al comisario Marcelino Martín Blas, jefe de Asuntos Internos, la autoría del mismo. Pino vino a decir que sólo sabe que el dispositivo de memoria estaba encriptado y que lo trajo Martín Blas a dependencias policiales.
Pino apunta a Método 3
El ex DAO ha sugerido que el origen inicial de la información parte de la agencia de detectives de Barcelona, Método 3, objeto de un registro policial hace cuatro años en el marco de la investigación por la conversación grabada a la entonces líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho.
Pero Pino ha incurrido en inexactitudes, contradicciones y ha mostrado dudas y olvidos sobre algunos extremos de la operación de Método3 "impropias de quien ha estado al frente de la dirección adjunta operativa, mientras ocurrían estos hechos", tal y como ha explicado a Crónica Global una fuente próxima al caso.
Martín Blas tiene la palabra
De la Mata interrogará a Martín Blas, una declaración que permitirá conocer si Asuntos Internos sabía que determinados policías participaban en eso que se ha dado en llamar Operación Cataluña y si algunos de ellos llegó a pagar dinero procedente de los fondos reservados a detectives captados para que hicieran informes sobre personalidades del nacionalismo catalán.
Fuentes judiciales no esconden su contrariedad y enfado al sentirse engañados por la policía que ha investigado e investiga el caso Pujol.
Comisarios de policías enfrentados, con declaraciones contradictorias y dispares sobre el controvertido pendrive (algunas, como la de Pino, en sede judicial) demuestran y constatan por el momento una evidencia: alguien con placa oficial no dice la verdad.