Las prostitutas rumanas se hacen un hueco en el lujo

Son rumanas y prostitutas y, por el simple hecho de serlo, cargan con un estigma. Se supone que deben pertenecer a una trata de seres humanos en la que un proxeneta les obliga a ofrecer su cuerpo a cambio de dinero en plena calle. Pero no siempre es así. Y ahora, se hacen un hueco en el sector lujo.

En los últimos meses, han aumentado las prostitutas de lujo rumanas, rama conocida en su jerga como escort. Sus propias compañeras comentan este ascenso: “Ayer mismo entraron varias de ellas en el hotel Melià Sarrià de Barcelona mientras yo estaba allí. Eran jóvenes, no muy altas, y delgadas”, explica una trabajadora sexual.

Nueva tendencia

Acostumbran a trabajar en clubes, pero también las hay independientes que ofrecen sus servicios en varias páginas de internet o plataformas especializadas. Una de ellas, Escorts in time, relata el fenómeno.

“En nuestro portal, son de las que tienen los precios más altos”, explica un portavoz de la compañía, tras reconocer que no sabe exactamente cuál es el motivo: “Quizá son una nueva tendencia, quizá sea porque no tienen el idioma latino y eso gusta a los clientes”.

Mujeres llamativas

La plataforma sostiene que las prostitutas rumanas “se toman su trabajo muy en serio y quieren ganar mucho dinero, pero haciendo bien su labor”. Destaca la simpatía y la profesionalidad de estas mujeres, que ofrecen, además, una larga lista de posibles servicios a escoger.

Las tarifas de las trabajadoras sexuales originarias de Rumanía se sitúan en el precio estándar de las demás. Una hora de servicio con ellas puede oscilar entre los 100 euros y los 300 euros. “Presumir de la compañía de una escort rumana aumentará la reputación del cliente, ya que son mujeres llamativas y de gran carisma”, asegura Escorts in time.