Freno al turismo en el mercado de la Boquería, uno de los más emblemáticos de Barcelona, situado en pleno corazón de la ciudad. El consistorio barcelonés ha presentado este jueves en rueda de prensa una total de 29 medidas con las que pretende “barcelonizar” Las Ramblas y el centro de la ciudad.
Son palabras del segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, que ha reiterado la necesidad de recuperar el uso vecinal de Barcelona y, en concreto, del mercado, para que siga siendo de proximidad. “Hemos decidido coger el toro por los cuernos” ha dicho refiriéndose a una discusión histórica y a las disputas que ha desencadenado durante años.
Nuevas instalaciones
Collboni ha anunciado la inversión de 3,5 millones de euros en la mejora de las infraestructuras de la Boquería: “Nunca en un mandato se habían destinado tantos recursos en la mejora del edificio” ha dicho. Con ellos se cambiará el pavimento; se hará una mejora en la iluminación y en la extracción de humos; se acordará un cierre perimetral y estarán todas las zonas señalizadas.
También se comprarán algunas de las 275 paradas que hay actualmente para liberar el espacio del interior. La concejal de Comercio y Mercados, Montserrat Ballarín, lo ha definido como “una liberación de paradas para que el ayuntamiento vuelva a recuperarlas”.
Cambios en la normativa
La misma concejal ha anunciado algunas de las 29 acciones que “darán un salto cualitativo a la Boquería”. Asegura que 20 de ellas pueden implementarse rápidamente pero, las otras nueve, necesitan alguna modificación normativa. “Se trata de una respuesta a los problemas más urgentes”.
Uno de ellos, los cambios en la oferta comercial de la Boquería. El 20% de las paradas, según el consistorio, ofrecen productos para el consumo inmediato, dirigidos al turista, que se concentran en la entrada principal y tapan lo que el resto del mercado ofrece.
Prohibición de grupos
Otro, la concentración de turistas que provoca desgana en los barceloneses para visitar el mercado. Para evitarlo, prohibirán la entrada de los grupos de más de 20 personas durante todo el día los viernes y sábados. Lo controlarán mediante la ampliación de seguridad privada y la contratación de agentes cívicos.
El consistorio, además, llevará a cabo un cambio en la ordenanza para evitar los “depredadores de todos los espacios”, en palabras de Ballarín, refiriéndose a los bares encubiertos de la zona que facilitan el consumo de los productos in situ y colapsan los pasillos del mercado. No habrá más de los que ya hay actualmente: “nueve o diez”.
Otra de las novedades es la prueba piloto que pondrán en marcha, con la que la Boquería se iniciará en la venta online. El ayuntamiento presupone que a principios de 2018, cuando se registran menos ventas, se realicen las obras de forma rápida.