Cataluña ha perdido 1.200 camas hospitalarias desde 2010. Plazas en instituciones sanitarias de enfermos agudos que, además, no se han recuperado con el fin de la austeridad en los presupuestos autonómicos. Ésta es la lectura del sindicato Metges de Catalunya, mayoritario en la sanidad catalana, del colapso que sufren los hospitales del territorio desde el fin de semana. La agrupación recuerda que la gripe "es sólo un añadido" y que el verdadero problema "es estructural".
La asociación de trabajadores, que alertó ayer de que siete grandes hospitales están al borde del colapso, apunta a un factor decisivo como causante de la congestión sufrida en los últimos días. "Los recortes. El sistema sanitario no ha recuperado las camas que se cerraron a partir de 2010 a causa del ajuste presupuestario acometido por el entonces consejero de Salud, Boi Ruiz", ha indicado un portavoz este miércoles.
"En 2010 había 14.000 camas en la red hospitalaria pública --ha agregado --, mientras que ahora quedan unas 12.800. Dichas camas son necesarias para el drenaje de urgencias y para que los centros sean resolutivos y eficaces".
Hoja de ruta
Pese a verbalizar varias demandas en este sentido, Metges de Catalunya ha rechazado llamar a la movilización. "La Consejería de Salud está trabajando en un Plan Director de Urgencias y Atención Continua. Será en este marco donde realizaremos nuestras aportaciones".
El grupo de trabajo que diseñará la hoja de ruta lo comanda la doctora Cristina Nadal, directora del Área de Atención Sanitaria del Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut). La doctora Nadal fue el único alto cargo del departamento de Toni Comín que ha ofrecido explicaciones públicas sobre la crisis este miércoles.
Permanecieron en silencio el propio conseller de Salud y David Elvira, director del CatSalut.
Bellvitge
El caso paradigmático de los recortes estructurales que denuncia el sindicato, y que ahora contribuirían al colapso hospitalario, es el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB). El mayor complejo médico del Baix Llobregat fue la institución más afectada por el ajuste que acometió la Consejería.
El miércoles, la institución de alta complejidad derivó pacientes al Hospital Moisès Broggi, situado en Sant Joan Despí. Este último centro, "no acostumbrado a ser de referencia" según los sindicatos, también se saturó.