“Pronto podremos hacer declaraciones sobre el tema”. Con este mensaje respondía un portavoz del Ayuntamiento de Barcelona a la pregunta de Crónica Global sobre el traslado de la cárcel de hombres, la Modelo, al centro penitenciario Brians 2 y no a la Zona Franca, como estaba previsto.
El consistorio barcelonés pretende despojarse de la cárcel vinculada a las torturas en la época franquista y lo hará a mediados del próximo año 2017. La idea es que tanto los 900 presos como los 500 funcionarios que trabajan en ella se trasladen a la prisión de la carretera de Martorell, que por su estructura permite una ampliación de espacios.
Nuevo convenio
La Consejería de Justicia aseguraba a este medio que nadie de ese departamento había tomado la decisión, por lo que cabe pensar que ha sido el propio gobierno de Ada Colau quien lo ha decidido así. Sin embargo, éste tampoco se ha mostrado demasiado transparente a la hora de hablar sobre el tema: “Se está acabando de negociar, en el pleno de octubre ya hablamos de esto”, asegura el mismo portavoz municipal.
En dicho pleno, tras la pregunta del líder del Partido Popular en el consistorio, Alberto Fernández Díaz, la teniente de alcalde de urbanismo, Janet Sanz, aseguró que la propuesta del equipo de gobierno de Trias de llevar el centro a la Zona Franca no era válida. “No permitía el traslado porque no hay suficientes metros cuadrados” decía.
Pero el gobierno de Colau adoptó “el reto de negociar con Justicia gracias a la buena disposición del consejero Mundó”. La misma intervención de Sanz desvelaba que el ayuntamiento cedía dos solares, “que les explicaremos en breve y también la ubicación concreta”. No más concreciones, más allá de que sí, se trata de un nuevo convenio lejos de la idea inicial.
Traslado de internos
Para el traslado se vaciarán seis de los 14 módulos que tiene Brians 2 para acoger a los 700 internos que están encarcelados de forma preventiva. Los otros 200 reclusos penados se destinarían a diferentes centros penitenciarios como Brians 1 o Lledoners, por ejemplo.
El cambio significaría el cierre, también, del centro abierto número uno de la Modelo, zona en la que se encuentran los internos que están en tercer grado. Estos presos se trasladarían al centro abierto número dos, situado en el barrio de la Trinitat Vella y que en su momento despertó un profundo rechazo de los vecinos.