De los 16 centros penitenciarios catalanes que existen, 12 han registrado agresiones a funcionarios desde el año 2010 hasta, como mínimo, el 31 de octubre de 2016. Así lo ha hecho público este viernes el consejero de Justicia, Carles Mundó, en el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña (BOPC).
Tras 16 preguntas parlamentarias, una por cada prisión, por parte de la abogada y política catalana Esperanza García, portavoz del PP catalán, el consejero no ha tenido más opción que desglosar, año por año y cárcel por cárcel, todos y cada uno de los ataques que han recibido los funcionarios.
La Modelo, la más peligrosa
Las cifras apuntan a un aumento del 25,71% de las agresiones en 2016 con respecto al año anterior, teniendo en cuenta que no se han contabilizado los meses de noviembre y diciembre de este año. Así, de los 70 trabajadores penitenciarios atacados en 2015 se registran ya 88 en 2016.
La cárcel en la que más golpes se han contabilizado es la Modelo o Centro Penitenciario de Hombres, donde se han registrado 18 agresiones en ubicaciones tan diversas como en el locutorio del vis a vis o en las diferentes galerías, entre ellas la de ingresos.
Brians 1, en segundo lugar
Le sigue Brians 1, con 16 ataques también en zonas diferentes como los diferentes módulos --1, 2, 4 y U, que pertenece a las mujeres--, además de en el departamento especial de hombres, en el departamento especial de mujeres, en el gabinete de identificación y en la enfermería de mujeres.
En Brians 2 y en Quatre Camins se han producido 11 agresiones; siete en Lledoners; seis en Puig de les Basses y en el de Jóvenes; cinco en Mas d’Enric y en Ponent; dos en el Pabellón Hospitalario Penitenciario de Terrassa y una en el centro penitenciario de Mujeres.
El año que más golpes recibieron los funcionarios fue 2012, cuando se registraron un total de 135, una cifra especialmente alta si se tiene en cuenta que en 2010 se dieron 67; en 2011, 64; en 2013, 44 y en 2014, 43.