Apuntan a los funcionarios. Vecinos de la zona alta de Barcelona preparan una denuncia a la Fiscalía Anticorrupción en la que emplazan al Ministerio Público a investigar al distrito de Sarrià-Sant Gervasi por ponerse de perfil ante el sexo de pago masivo. El escrito lamenta que los técnicos hayan tolerado dos clubes eróticos que operan con licencia de salas de fiestas.

"Ya no son los políticos que pasan, están un tiempo y se van. Son los funcionarios. ¿Quién está permitiendo que locales con permiso de club nocturno sean centrales del sexo de pago durante años? ¿Quién tolera el movimiento de coches, mujeres y dinero no declarado?", se pregunta uno de los impulsores de la denuncia.

El residente es parte de un grupo de vecinos de la zona noble de la Ciudad Condal. Ayudada por un arquitecto y un abogado, la coalición vecinal intentará perforar el vacío legal en el que operan al menos dos lupanares situados en este área.

Ingenuidad

Los ciudadanos esgrimen una diligencia de técnicos del distrito. En el documento, al que ha accedido Crónica Global, la responsable de actividades de la zona responde que se han practicado tres inspecciones en una boîte de noche situada cerca del Turó Park de Barcelona.

El informe técnico, que incluye una visita nocturna de los técnicos del gobierno descentralizado de Sarrià, concluye que el espacio no vulnera ninguna normativa. Es más, asevera que "en ningún reservado anexo ni dependencia se desarrollan prácticas de tipo sexual".

"Debe ser una broma. El gerente envía a prostitutas y clientes a consumar a tres pisos del Ensanche barcelonés una vez cerrada la transacción. Queda claro en su página web y queda meridianamente claro en el movimiento nocturno de vehículos", agrega la misma fuente.

Tres personas

Ante este escenario, los residentes sostienen que barajan denunciar a tres personas. Son Pilar Bogunyà, directora de Servicios Técnicos del distrito; Montserrat Grifé, jefa de inspección, y Ricard González Soriano, jefe de Servicios Jurídicos.

"Creemos que alguien debe responder por qué se tolera una actividad que ni se ajusta a la licencia ni a la normativa", sostienen.

A este último respecto, los residentes presentan un documento que atestiguaría que el Ayuntamiento de Barcelona se extralimitó en sus funciones el año pasado, tolerando "locales que ofrecen actividades y espectáculos eróticos".

Otros distritos, no

El impulso vecinal reposa sobra otra tesis. El distrito de Sarrià-Sant Gervasi estaría tolerando el sexo de pago cuando otras zonas de la ciudad lo combaten activamente.

Es el caso de, por ejemplo, el distrito de Les Corts, que ha precintado de forma fulminante el futuro megaclub erótico Cleopatra antes incluso de que empezaran las obras del local.

"En la corporación no entienden lo que está pasando. Dentro del ayuntamiento hay técnicos que no comprenden por qué Sarrià-Sant Gervasi se ha convertido en la zona cero de la prostitución", concluyen.