Ha sido una dura pelea, pero ha merecido la pena. La Unesco ha declarado las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La decisión se ha tomado este miércoles en el 11º Comité Intergubernametal de la organización, en la sede de la ONU en Etiopía.
El expediente aprobado comenzó su periplo en 2011, cuando el Ayuntamiento de Valencia inició los trámites. La corporación local, la Generalitat y, posteriormente, el Gobierno de España, propusieron Las Fallas como candidata a la distinción. Desde entonces, instituciones, el colectivo fallero y los ciudadanos han promocionado la fiesta fuera de la Comunidad Valenciana.
Extensa lista
Las Fallas se unen a la cada vez más extensa lista de bienes culturales universales que el patrimonio valenciano tiene en la Unesco. La Lonja de Valencia, el Tribunal de las Aguas, el Palmeral y Misteri d'Elx, el arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica y las fiestas de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí fuern antes distinguidas.
Según consta en la web de la Unesco, "esta fiesta tradicional se caracteriza por la construcción e instalación de enormes grupos escultóricos (fallas) compuestos por efigies caricaturescas (ninots), que los artistas y artesanos locales crean inspirándose en sucesos de la actualidad política y social".
Valores asociados
La Unesco ha valorado tanto la simbología de la fiesta como sus valores, así como el hecho de que las prácticas y conocimientos vinculados se transmiten en las familias, “y en particular dentro de las dinastías de artistas y artesanos”. “Propician la creatividad colectiva y la salvaguardia de las artes y artesanías tradicionales”, “constituyen un motivo de orgullo para las comunidades y contribuyen a forjar su identidad cultural y su cohesión social”, sentencia.