La falta de presupuestos en Cataluña sirve al Departamento de Enseñanza de la Generalitat para justificarse ante los maestros. La Mesa Sectorial de Enseñanza Pública del miércoles dejó a los sindicatos con representación (CCOO, UGT, USTEC-STEs y ASPEPC) satisfechos a medias. Pactar un calendario para recuperar las condiciones que los docentes tenían antes de la crisis, las que tenían en 2010, era el objetivo de las asociaciones de trabajadores, que no consiguieron.
“La Consejería se cerró en banda y nosotros nos levantamos y nos fuimos”, explica Ramon Font, el portavoz nacional de USTEC-STEs. Los cuatro sindicatos plantaron a los representantes de Enseñanza, la cartera de la que se ocupa Meritxell Ruiz, que rechazó establecer plazos y se opuso a dos de las exigencias principales de los maestros: reducir la jornada de los mayores de 55 años y la recuperación del horario lectivo de 18 horas en secundaria y 23 en primaria, frente a las 20 y 25 horas que hacen ahora, respectivamente.
91 millones más
Los motivos que ha ofrecido la consejería para negarse a aceptar estas dos propuestas son políticos. La falta de presupuestos es la justificación en la que se refugian desde el departamento, que no ha querido hacer ningún comentario al respecto. “Dicen que no pueden comprometerse por la excepcionalidad del mandato político”, asegura Marta Tejedor, la responsable de Enseñanza Pública de CCOO de Cataluña.
En total, estas reformas supondrían un gasto de 91 millones de euros. Según Font, la reducción del horario lectivo a los mayores de 55 años supondría un coste de 11 millones, mientras que la contratación de 6.000 profesores para recuperar la jornada de 23 horas en primaria y 18 en secundaria significaría una partida de 80 millones. “Es una demanda ínfima y hemos emplazado al departamento a convocar otra reunión antes del pacto de los presupuestos”, afirma.
“Han cedido ante la presión”
Aun así, ha habido mejoras. “Nos presentaron algunas dotaciones de los presupuestos, nada concreto, para las sustituciones”, explica Tejedor. Enseñanza se ha comprometido a sustituir a los docentes desde el primer día (ahora pueden pasar 10 o 15 antes de que llegue el profesor para cubrir las bajas) a partir de enero, en el caso de las bajas previstas superiores a siete días. Además, los maestros sustitutos que empiezan desde principio de curso, entrarán el 1 de septiembre.
“Han cedido ante la presión, se nota un poco el resultado”, asegura Font. El departamento también ha cedido ante otra exigencia: que los profesores sustitutos que trabajan más de seis meses el mismo curso cobren la nómina de julio.
Todo esto se añade a otros focos abiertos que tiene la Generalitat en temas de educación. Los estudiantes van a huelga este jueves para protestar contra las reválidas. La queja se suma a la manifestación del 12 de noviembre, en la que profesores y alumnos pidieron el cumplimiento de la Ley de Educación de Cataluña (LEC), por la que la Generalitat tiene que destinar el 6% del PIB a la enseñanza a partir de 2017.