Por qué este curso será el más reivindicativo en la enseñanza catalana

Los sindicatos ya avisaban antes de empezar el curso de que este sería un año tenso en la enseñanza catalana. El 26 de octubre, la comunidad educativa de la región se unía a las del resto de España y se manifestaba por enésima vez contra la Lomce, la polémica ley de educación del PP. Este sábado, la protesta va contra la Consejería de Enseñanza, dirigida por Meritxell Ruiz.

Según la LEC, la Ley de Educación de Cataluña aprobada en 2009, la Generalitat tiene que destinar una cantidad equivalente al 6% del PIB de la comunidad a la enseñanza a partir de 2017. Actualmente, destina alrededor del 2,4%, una de las cifras más bajas de todos los países de la Unión Europea.

Menos inversión

Desde CCOO apuntan que en los últimos años, lejos de aumentar la inversión en el sector, la Generalitat ha disminuido el presupuesto de la Enseñanza casi el 17%, mientras que el gasto general ha subido el 5%.

“Aunque todavía no hemos llegado a la fecha, está claro que no se puede alcanzar el 6% en un año, y menos cuando ha quedado demostrado que la enseñanza no es una prioridad para el Gobierno”, afirma Manel Pulido, secretario general de la Federación de Educación en CCOO. Preguntados por este medio, el departamento no ha querido pronunciarse sobre este asunto.   

Reválidas en el aire

El otro tema candente que se prevé que se alargue durante todo el curso escolar es el de las reválidas que establece la Lomce. Si bien el presidente español, Mariano Rajoy, las dejó sin efectos académicos hasta que se alcance un “pacto de Estado”, la distancia entre las formaciones políticas que han dejado al país sin Gobierno durante 10 meses extiende el pesimismo entre la comunidad educativa.

La posición de la consejera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, no es clara. Si bien desde el departamento aseguran que “no ha habido ambigüedad en ningún momento”, sí ha sido poco concreta. La oposición de Cataluña, junto a varias comunidades autónomas, ha sido clara desde el principio. Sin embargo, Ruiz asegura que no se aplicarán en los colegios e institutos catalanes. “El departamento ha hecho demagogia: si se terminan aplicando a España y no en Cataluña, significaría que los alumnos de aquí no obtendrían ninguna titulación, porque es competencia del Estado”, explica Pulido.

Agotamiento entre los profesores

A todo esto se añade el malestar creciente entre el profesorado. El sector vincula las reválidas con una desconfianza con los docentes. El profesor de Pedagogía en la Universitat de Barcelona (UB) explica que se trata de “establecer un sistema externo de evaluación y esto da a entender que no se confía en el criterio del profesorado, que es quien vive el día a día de los estudiantes”.

Las sobrerratios, la masificación de institutos, la incorporación tardía de los sustitutos y la introducción de los primeros cambios en la elección de los docentes (que da más poder de decisión a los equipos directivos) son otros de los elementos que preocupan en la comunidad educativa. Desde la CGT se quejan de que “al final, lo que hacen es agotar a los profesionales”.