La Policía Nacional ha detenido en Lloret de Mar (Girona) al sospechoso de haber degollado a su pareja en octubre. El arrestado, de nacionalidad alemana, estaba huido con el bebé de ambos desde que se produjeron los hechos en Freyung (Alemania).
Las autoridades alemanas localizaron el cuerpo de la joven en su apartamento metido en bolsas de basura. El asesinato se produjo hace menos de un mes, aunque los investigadores no han podido precisar la fecha.
Todo calculado
El sospechoso estaba alojado en un apartotel de Lloret en el momento de la detención, efectuada por los especialistas del GOES (Grupo Operativo Especial de Seguridad). Llevaba con él, también, el teléfono de la mujer fallecida, de 20 años, para mantener activos sus perfiles en las redes sociales y despistar a los agentes.
El pasado 7 de noviembre, desde el perfil de la víctima en Facebook, el fugitivo subió una foto con su hijo junto a la Torre Eiffel en París. Las autoridades judiciales alemanas dictaron entonces una orden europea de detención y entrega, a la vez que contactaron con la Policía Nacional por las sospechas de que quisiera viajar a África.
Bebé a salvo
Los agentes así constataron que el fugitivo durmió en un hotel de Tarifa, registrándose con la identidad de un hermano, realizó dos reintegros en cajeros automáticos de Valladolid por 500 euros cada uno, o transitó por la autopista AP-7, siendo detectado en los peajes de Torreblanca (Castellón) y posteriormente de Martorell (Barcelona).
El bebé ha sido ingresado en un centro de acogida de Cataluña, a la espera de que sea recogido por personal de los servicios sociales alemanes.
Tatuaje macabro
El fugitivo detenido llevaba diversos tatuajes en el momento de su detención, pero en uno de los más recientes luce el nombre de la víctima, su fecha de nacimiento, una cruz con la fecha de 27.10.2016 --que puede interpretarse como fecha de la muerte-- y un “gracias por todo”, escrito en español.
Según ha informado la Policía Nacional, la condena máxima aplicable, según consta en la documentación recibida de las autoridades alemanas, es de una pena de prisión de 15 años.