Una casa okupa aparece en una guía turística de Barcelona
El ayuntamiento muestra la Kasa de la Muntanya como edificio emblemático en la ruta de iconos del distrito de Gràcia
19 noviembre, 2016 00:00Aparece en la guía turística de bolsillo llamada Ruta iconos del distrito de Gràcia, en Barcelona, y ofrece a cualquier turista que se haga con ella un singular trayecto para conocer una de las zonas donde más presencia de extranjeros se detecta cada periodo estival.
“Gracia es un pueblo orgulloso y diferente”, reza el texto. “De entre los edificios, destaca la arquitectura de artistas reconocidos y de otros anónimos”, prosigue. Entre ellos, la Casa Josep Barnoles, la Ermita de la Mare de Déu de la Salut, el centro sociosanitario Mutuam Güell o la mismísima Kasa de la Muntanya, escrita como popularmente la escriben sus habitantes: los okupas.
Resistencia okupa
La definen como el antiguo cuartel de la Guardia Civil, financiada por Eusebio Güell en un intento de dotar de seguridad el Parque Güell y con el compromiso de que volvería su familia una vez se fueran los agentes: “Es un edificio okupado desde hace más de veinte años. En la KM, tal y como se conoce la Kasa de la Muntanya en el barrio, se llevan a cabo proyectos alternativos”.
El Ayuntamiento de Barcelona trata de convertir, de esta forma, una casa okupada de forma ilegal en uno de los puntos más emblemáticos del distrito, o incluso de la propia ciudad. En la fotografía que ilustra el edificio impera un cartel reivindicativo: “Resistencia okupa”.
Objetivo contrario
La guía turística enmarca la Kasa de la Muntanya en “la Gracia de la burguesía modernista y la de los obreros, donde la tradición y la innovación van del brazo, la casa de los artistas cosmopolitas y de maestros artesanos”. Y añade que el mismo distrito es donde se mezclan los turistas con los vecinos “y disfrutan del ambiente del barrio”.
Precisamente en Gràcia es donde está situado el local okupado conocido como Banc Expropiat, que entre sus reivindicaciones prioritarias reside la de acabar con el turismo de masas y el impacto negativo que, según ellos, tiene en la ciudad de Barcelona, provocando reacciones como el aumento indiscriminado del alquiler de las viviendas y, por consiguiente, la huida masiva de vecinos que llevan toda una vida en el barrio.